27.11.2014 Views

Diario Jorge Fox - Instituto ALMA

Diario Jorge Fox - Instituto ALMA

Diario Jorge Fox - Instituto ALMA

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

322 DIARIO DE JORGE FOX<br />

y afianzarse en ella; pues sus ideas elevadas los ponían por<br />

encima de los eclesiásticos y algunos habían venido con ánimos<br />

de disputar. Pero el Señor, a quien habíamos estado aguardando,<br />

estaba con nosotros, y Su poder se cernió sobre todos.<br />

Callaron los que gustaban de disputas y la reunión se celebró<br />

tranquilamente, terminando en bien. ¡Alabado sea el Señor!<br />

Salieron todos muy satisfechos, deseando otra reunión; y se celebró<br />

esta en un lugar, a unas treinta millas de Rhode Island, a<br />

donde fuimos por mar. El gobernador de Rhode Island y<br />

muchos otros fueron conmigo, y celebramos la reunión en un<br />

gran pajar que se llenó de gente a rebosar, por lo que, a causa<br />

del gran calor que hacía, empecé a sudar de tal manera que<br />

parecía que me hubiesen metido en el agua. Mas todo fue bien,<br />

brillando el poder del Señor sobre todos. ¡Gloria sea dada a<br />

Dios omnipotente!<br />

Después de esto fuimos a Narrangaset, como a unas treinta<br />

millas de Rhode Island, viniendo el gobernador con nosotros.<br />

Y el día trece celebramos una reunión en casa de un juez,<br />

en cuya casa los Amigos nunca se habían reunido. Fue muy<br />

numerosa viniendo las gentes del campo, en su mayoría, y también<br />

gentes de Connecticut y otros lugares de por allí, de las<br />

que cuatro eran jueces de paz. Mucha de esta gente no había<br />

nunca oído a los Amigos y mucho les emocionó la reunión, quedando<br />

con gran deseo de seguir la senda de la Verdad, por lo<br />

que nuestra reunión fue muy buena obra. ¡Bendito sea el Señor<br />

eternamente! El juez, en cuya casa se celebró la reunión, y<br />

otros magistrados del país, me invitaron a que volviera, pero mi<br />

misión por aquellos lugares estaba ya terminada y yo dispuesto<br />

a marcharme a la isla de Shelter. Mas como antes de marcharme,<br />

llegaron, Juan Burnyeat y Juan Cartwright, que venían<br />

a Rhode Island desde Nueva Inglaterra, al mostrarles aquel<br />

lugar se sintieron inclinados a quedarse. En otro lugar, supe<br />

que algunos magistrados, hablando entre ellos, habían dicho<br />

que me ofrecerían un salario para que fuese su ministro, si<br />

tuvieren dinero suficiente para ello. Demostraron con esto que<br />

no nos habían comprendido, ni tampoco a nuestros principios,<br />

y, cuando lo supe dije, "Es ya tiempo de que me marche, porque<br />

si tanto se fijan en mí, o cualquiera de nosotros, no hallarán<br />

a su verdadero Maestro." Porque tal cosa (lo de asalariar ministros)<br />

había perjudicado a más de uno, impidiéndole que<br />

mejorase su talento natural, mientras que nuestra labor consiste

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!