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alta producción. Una cabra lechera no es sólo una cabra que se ordeña. Es sobre todo una cabra que ha sido
seleccionada en función de su producción láctea, ya sea por cantidad de leche como por materia útil necesaria
para la fabricación de queso. Una alta productora es una cabra que produce al menos 40 kg. de leche
estándar (con un 3,5% de GB) por kg. de peso metabólico (PV 075 ) y por año.
2, Comportamiento alimenticio
El comportamiento alimenticio de los caprinos presenta especificidades que hay que tener en cuenta,
especialmente en las cabras de alta producción (MORAND-EEHR et al 1991 (a), MORAND-FEHR et
HERVIEU 1992). La cabra por lo general pasa más tiempo que los otros rumiantes eligiendo lo que va a
ingerir cuando dispone de un sólo alimento heterogéneo (caso frecuente de un forraje distribuido en
comedero) o cuando dispone al mismo tiempo de varios alimentos (caso de una pradera natural). Así pues,
desde el momento en que la cabra tiene la posibilidad de elegir, su elección es selectiva y tiende a rehusar
alimentos incluso si sus necesidades nutricionales no están totalmente cubiertas. Si la disponibilidad de
forrajes es grande, la cabra selecciona las fracciones alimenticias más nutritivas, los tallos más finos y las
hojas en el caso de un forraje, tal y como se aprecia en el cuadro 1.
Esta aptitud para seleccionar le permite transformar un forraje de calidad mediocre en un forraje de buena
calidad siempre y cuando el ganadero tolere rechazos suficientes (del 30 al 50% según los casos). De esta
forma el ganadero que dispone a menudo de forrajes conservados de mediocre calidad, especialmente en
zonas mediterráneas o tropicales, puede utilizar el comportamiento alimenticio para aumentar
considerablemente la cantidad de energía ingerida si tolera un porcentaje de rechazos importante. No sólo
aumenta la cantidad de materia seca ingerida, sino que además el valor energético de lo realmente ingerido
mejora notablemente.
Al contrario, cuando la cabra está acostumbrada al alimento distribuido y éste es homogéneo (como es el
caso de una ración completa), la cabra consagra muy poco tiempo a explorar el alimento distribuido y lo
consume a una gran velocidad, mayor que la de otros rumiantes. Es por ello que, al inicio de una comida de
ración completa, la cabra puede ingerir hasta 100 g de materia bruta por minuto, es decir 1 kg. en 10 minutos
(HERVIEU et MORAND-FEHR 1995 no publicado).
Con alimentos más fácilmente ingeridos y homogéneos (forrajes en tacos, pulpa de remolacha deshidratada,
alimentos concentrados granulados) la gran velocidad con la que son ingeridos por la cabra reduce la
insalivación y puede provocar un bajada del pH en el rumen y por lo tanto acídosis (ver párrafo sobre
"Estimación de riesgos sanitarios").
En pastoreo, las cabras pasan mucho tiempo eligiendo lo que ingieren y por ello, la cantidad de materia seca
ingerida, especialmente por las de alta producción, es relativamente baja. Es, pues, preferible distribuirles el
forraje verde en comedero. MORAND-FEHR et al (1993) han observado que la cabra durante la sesión de
pastoreo orienta su selección para limitar al máximo la variabilidad de lo ingerido frente a la heterogeneidid
de lo disponible en el tiempo y en el espacio. Así mismo, la elección puede ser modificada según variaciones
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