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FEHR et al 1981, MORAND-FEHR 1996b).
Como ocurre con la vaca, las materias grasas de la leche de cabra, en particular sus principales componentes
los ácidos grasos, tienen un doble origen; por un lado los ácidos grasos de cadena larga presentes en los
alimentos que son el origen de todos los ácidos grasos de 18 átomos de carbono y una parte de los C14 y
C16 de la leche; por otro lado, el ácido acético y en menor medida el ácido betahidroxibutírico, producidos en
las fermentaciones ruminales, que son utilizados en el tejido mamario para la síntesis de ácidos grasos de 4 a
16 átomos de carbono de la leche (MORAND-FEHR et al 1981 ). Por ello, la mejora del porcentaje de grasa
se puede conseguir ya sea con el aporte de lípidos en la dieta y en particular si ésta es deficitaria en grasa
(mejora de 3 a 5 tantos por mil; MORAND-FEHR et al 1972, MORAND-FEHR and SAUVANT 1980,
MORAND-FEHR et al 1981, MORAND-FEHR et al 1991), ya sea con un aumento de la fibrosidad de la
ración (o de la relación Forraje/Concentrado) dado que la producción de ácido acético en el rumen, que es el
principal precursor de los ácidos grasos sintetizados en el tejido mamario, se ve favorecida por por una ración
rica en fibra (mejora de 3 a 8 tantos por mil) (SANTINI et al 1991, KAWAS et al 1991).
Las características de la ración pueden pues influir mucho sobre la composición de la leche, y por ello, sobre
el rendimiento quesero y las cualidades organolépticas del queso. Los conocimientos actuales permiten
remediar ciertos defectos del queso de cabra modificando la composición de las raciones suministradas.
5. Estrategia alimenticia a io largo del ciclo reproductivo
La estrategia alimenticia a lo largo del ciclo de reproducción de las cabras de alta producción para obtener
resultados óptimos ya ha sido descrita por MORAND-FEHR et SAUVANT (1978, 1987) et MORAND-
FEHR (1996a). Los puntos esenciales serán recordados en el caso de un objetivo de producción de 800
kg/año de media para el conjunto del rebaño.
Las necesidades de las cabras varían enonnemente a lo largo del ciclo de gestación-lactación mientras que el
nivel de ingestión se adapta con un retraso no despreciable (de 3 a 4 semanas) a estas variaciones de las
necesidades (gráfico 3). Esto provoca déficits y excedentes alimentarios a los que la cabra se adapta
movilizando y almacenando reservas corporales. Por ello uno de los principales objetivos de la estrategia
alimenticia a lo largo del ciclo de reproducción es gestionar la condición corporal de las cabras, es decir el
nivel de reservas corporales ayudándose del método evocado anteriormente. Además, el otro objetivo
importante es mantener un gran volumen del rumen para que la capacidad de ingestión se mantenga alta a lo
largo del ciclo de reproducción.
En primer lugar, es deseable establecer la condición corporal de las cabras del rebaño especialmente antes del
secado para preparar la lactación siguiente. Dos meses antes del secado o a los 6 meses de lactación el valor
medio de la condición corporal debe estar comprendido entre 2.0 y 3.25. Las cabras que presenten valores
inferiores a causa de la elevada producción durante la lactación en curso deben recibir urgentemente un
complemento de 0.4 a 0.5 UFL bajo forma de un alimento concentrado. Por el contrario, el aporte energético
de aquellas cuya nota corporal sea superior debe reducirse disminuyendo los aportes de concentrado o de
cualquier otro alimento energético, sino estas cabras corren el riesgo de llegar demasiado engrasadas al parto,
sufrir accidentes metabólicos y tener un volumen ruminal insuficiente. Otra solución es secar estas cabras
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