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separados de sus madres y alimentados a pienso en estabulación empiezan a consumir alimentos sólidos
antes de los que permanecieron con las madres a media leche.
El mayor periodo de ingestión de leche de estos corderos contribuye que la adaptación al consumo
de alimenntos sólidos así como pastos (lote 3) se realice de forma gradual y por tanto el desarrollo más
significativo de los componentes del tracto digestivo vacío corresponde al omaso e intestino grueso
(MANSO, 1997), en corderos de más de 24 Kg. de peso vivo.
Los rendimientos carniceros fueron ligeramente superiores en hembras (53.9%) que en machos
(52.6%). Las pérdidas por oreo de 24 horas delectados en las canales estaban en relación inversa con los
valores de su engrasamiento, siendo los más bajos (1.6%) los correspondientes a las canales del lote 3. No se
observaron diferencias entre sexo. En este sentido, las canales de los corderos cebados con media lactancia,
concentrado y pastoreo, muestran globalmente valores de engrasamiento relativamente mayores a ¡os del lote
2 de cebo y bastante mayores a los del cebo del lote 1. Este mayor engrasamiento de la canal, no alcanza
diferencias estadísticamente significativas para la grasa de cobertura (ENG) o el porcentaje de recubrimiento
del riñon (% R) pero si en el espesor de la grasa dorsal (E4 y E2). Todas estas valoraciones de
engrasamiento de las cantiles fueron significativamente superiores en las hembras, lo cual coincide con otros
autores ( COLOMER y col, 1973).
MANSO (1997) describe la relación entre depósito de grasa interna total y de cada uno de sus
componentes, con las mayores pesos de sacrificio, siendo positiva esta relación. Esta relación directa entre el
peso y deposición de grasa, de tal forma que un peso elevado implica una mayor deposición de grasa también
lo han descritos más autores, entre otros LAMBUTH y col, (1970). Sin embargo estas diferencias de
engrasamiento no son significativas si se expresan como proporción del peso vivo vacío. Si que está
contrastado que la deposición de grasa está positivamente relacionado con la velocidad de crecimiento
(GREENHALGH, 1986), como es el caso en nuestro estudio para el lote 3, relativamente el lote 2 y
colateralmente las mayores ganancias diarias de los machos respecto de las hembras.
Por otro lado la caracterización de estas canales a través de las medidas objetivas realizadas ( Cuadro
4), y ajustadas a peso fijo de canal oreada, indican que el acabado con leche y pienso en pastoreo y en menor
cuantía las de cebadero con heno, ambas frente al cebadero con paja, obtienen canales significativamente
más largas ( L y K ), con mayor longitud en machos. La compacidad del tercio posterior de estas canales
siguen esta misma progresión entre lotes, siendo las del lote 3 relativamente de mayor anchura (G) y
perímetro (B) de la grupa , por tanto más redondeadas. También son mayores estos valores para los machos,
sin alcanzar diferencias significativas.
Igualmente la homogeneidad de las canales obtenidas en el lote 3, en idéntico gradiente de
diferencias con las canales del lote 2 y 1 , se ratifica en cuanto a las anchuras de espalda (E) y
profundidad de tórax (TH). Aquí los machos muestran valores significativamente mayores.
No se encontraron difencias significativas respecto al color de la carne y de la grasa
apreciados subjetivamente, en ningún caso.
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