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como tec<strong>la</strong>dista en “Amar Azul”, transformado un referente de <strong>la</strong> <strong>cumbia</strong> romántica<br />
de los ’90. Otro ex integrante de este grupo, Gonzalo Ferrer, también se plegaría a <strong>la</strong><br />
renovación temática impulsada por <strong>la</strong> CV a través de <strong>la</strong> creación de “Guachín”, otro<br />
de los conjuntos de más <strong>la</strong>rga trayectoria en el movimiento.<br />
Si tuviéramos el objetivo de resumir el proceso por el cual <strong>la</strong> CV logra reformu<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s<br />
convenciones del género cumbiero diríamos que actúa a través de un sinceramiento<br />
de formas y contenidos que depara un enorme éxito comercial transformado luego en<br />
<strong>la</strong> base de su propia proyección y supervivencia.<br />
El momento fundacional de <strong>la</strong> CV, sin embargo, es menos impersonal que este<br />
mecanismo que describimos y podemos decir que pertenece íntegramente a <strong>la</strong><br />
biografía de Pablo Lescano. Como acota un cronista de <strong>la</strong> revista Rolling Stone<br />
encargado de entrevistarlo en el año 2001:<br />
“Mientras tocaba en Amar Azul, Pablo tuvo una idea, lógica, básica y perfecta. Si <strong>la</strong><br />
<strong>cumbia</strong> es, desde siempre, el género musical más escuchado en <strong>la</strong> vil<strong>la</strong>, ¿por qué no<br />
componer <strong>cumbia</strong>s realistas, ásperas, que describan, precisamente, <strong>la</strong> dura vida en <strong>la</strong><br />
vil<strong>la</strong>? Cumbias que hablen de policías y <strong>la</strong>drones, de gente que inha<strong>la</strong> Poxi Ran, de<br />
patovicas que le pegan a los chicos en <strong>la</strong> bai<strong>la</strong>nta…Pablo escribió esas <strong>cumbia</strong>s<br />
pioneras les puso una música tan directa como <strong>la</strong>s letras, bien el grano, despojada de<br />
todo ornamento. A fines de los ‘80 y principio de los ‘90, de <strong>la</strong> mano de artistas<br />
como Ricky Maravil<strong>la</strong> y Alcides, se había vestido de ga<strong>la</strong> para salir en televisión.<br />
Así fue asimi<strong>la</strong>da por sectores sociales que hasta entonces <strong>la</strong> despreciaban. La<br />
invención de Pablo representó una enorme patada en el culo de ese estereotipo de<br />
<strong>cumbia</strong> de salón, de negro que pide permiso para que <strong>la</strong> burguesía le permita entrar<br />
en sus fiestas y lo difunda en sus discotecas.<br />
Dice Pablo L.: Cuando armé Flor de Piedra, me trataron de loco, me dijeron que<br />
estaba tirando abajo a <strong>la</strong> <strong>cumbia</strong>, con lo que nos costó adornar<strong>la</strong>, ponerle vo<strong>la</strong>dos.<br />
Nadie me daba bo<strong>la</strong>. Entonces ahorré hasta que pude formar un grupo y grabar una<br />
producción independiente. Me pagué el estudio de mi bolsillo, produje a Flor de<br />
Piedra y le di el master a un pirata para que lo editara él….Recién cuando vieron que<br />
vendía, <strong>la</strong>s compañías se empezaron a calentar…” 23<br />
23 Nota citada de Revista Rolling Stone.<br />
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