Revista Quid 57

Izq. Afiche promocional de El gato
negro (Albert Rogell, 1941).
Protagonizada por Basil Rathbone,
Hugh Herbert, Broderick Crawford y
Bela Lugosi.
Der. Afiche promocional de
El fantasma de la calle Morgue (Roy
del Ruth, 1954). Protagonizada por
Karl Malden, Claude Dauphin,
Patricia Medina y Steve Forrest.
ca) novela La Narración de Arthur Gordon Pym.
La novela no fue un éxito de ventas ni logró, junto a un puñado de relatos y reseñas, paliar la
situación económica de los Poe. En 1838 se trasladaron al centro literario norteamericano de la
época, la ciudad de Filadelfia. Debido a las estrecheces que pasaban, Poe se prestó a firmar con
su nombre obras ajenas, algo que luego le acarrearía dificultades.
Sin embargo, en 1839 logró convertirse en redactor jefe de la revista Burton’s Gentleman’s
Magazine y, un año después, del Graham’s. Las dos publicaciones aumentaron sensiblemente
sus tiradas gracias a los artículos, relatos y críticas literarias de Edgar. Ese año también salieron
dos volúmenes suyos: Cuentos de lo grotesco y arabesco, integrados por clásicos tales como “La
caída de la Casa Usher”, “Ligeia” o “Manuscrito encontrado en una botella”.
La situación de los Poe comenzó a mejorar y lograron mudarse a una bonita casa situada en las
afueras de la ciudad. Durante este período de bonanza, Poe desarrolló el germen de la novela
policial, a través de relatos como “Los crímenes de la calle Morgue” o “El escarabajo de oro”,
y, en líneas generales, el núcleo de su obra más importante. Varios biógrafos se han detenido
en la imagen de un Poe sobrio y feliz, marchando bajo las amplias arboledas mientras su mente
trabaja en fantasías que incluyen simios decapitando ancianitas y bromistas emparedados en
palacios venecianos. Muchos de estos relatos (“La cita”, “Un cuento de las Montañas Escabrosas”,
“La caja oblonga” y “El barril de amontillado”) fueron publicados en la más importante
revista de la época: la Godey’s Lady’s Book. Poe se permitió entonces el lujo de fantasear con
un sueño que nunca haría realidad: la aventura de dirigir su propia revista literaria.
En enero de 1842, se produjo un acontecimiento decisivo en las vidas de Poe y su familia. Cortázar
lo relata así: “Poe y los suyos tomaban el té en su casa, en compañía de algunos amigos.
Virginia, que había aprendido a acompañarse en el arpa, cantaba con gracia infantil las melodías
que más le gustaban a Eddie. Súbitamente su voz se cortó en una nota aguda, mientras la
sangre manaba de su boca”.
El propio marido describió el hecho como la rotura de un vaso sanguíneo en su garganta, pero
en verdad se trataba de la reaparición de un viejo conocido de Poe: la tuberculosis. El escritor
comenzó a beber más de la cuenta debido a la ansiedad que le producía la enfermedad de su
mujer y él mismo empezó a sufrir graves problemas de salud.
Fue por entonces cuando un viejo rival de Poe reapareció en la escena: Rufus Wilmot
Griswold, crítico y “dictador literario”, autor de numerosas y pesadas antologías, se hizo cargo
del puesto de Poe en el Graham. Los problemas de salud de Poe habían sido el detonante
y una vieja rivalidad (dado que Poe había escrito reseñas negativas sobre la obra de su colega)
hizo el resto.
Los Poe regresaron a Nueva York, donde Edgar trabajó en diferentes periódicos. Fue en uno
de ellos donde publicó en 1845 su poema “El cuervo”. La pieza se convirtió en un gran éxito
popular, el primero de su carrera (se ha asegurado que se trata sin duda del poema más famoso
de la literatura estadounidense). Sin embargo, y como ocurriera antes, este éxito no se vio
reflejado económicamente.
Poe escribiría luego un meticuloso tratado acerca de la composición de esta obra (“Filosofía
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