25.06.2015 Views

Revista Quid 57

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

78<br />

Entrevista<br />

ocho<br />

“Yo lo que<br />

hago es batirte<br />

un cafecito”<br />

HERNÁN CASCIARI es el narrador virtual más<br />

leído en lengua española. Su obra Más respeto,<br />

que soy tu madre fue galardonada con el premio<br />

al mejor weblog del mundo; su versión teatral,<br />

protagonizada por Antonio Gasalla, que acaba<br />

de estrenar su segunda parte, se convirtió en<br />

la comedia más taquillera del teatro argentino.<br />

Como si fuera poco, por iniciativa de Mario<br />

Pergolini, empezó a grabar en 2012 unos micros<br />

radiales para Vórterix, a partir de textos<br />

propios. El resultado gustó tanto que llegó al<br />

Cosquín Rock y este año se dispone a realizar<br />

recitales por distintas ciudades del país<br />

POR Nando Varela Pagliaro<br />

Hernán Casciari debía tener no más de cuatro años cuando<br />

sus padres le enseñaron las únicas dos cosas del mundo<br />

que todavía hoy hace con placer: leer y escribir. Ya desde sus<br />

primeros garabatos supo que la herramienta de la escritura<br />

la usaría para contar cuentos. Una tarde, como tantas otras<br />

en su Mercedes natal, se vería obligado a arrancar la primera<br />

hoja en blanco del cuaderno de matemáticas y, al igual que<br />

Twain, Poe o Stevenson, él también tendría que echar luz<br />

sobre sus miedos y sus sueños para que alguien los leyera. Sin<br />

embargo, confiesa que tardó muchos años en considerarse<br />

un escritor: “Mi viejo estaba en el baño leyendo una revista<br />

que yo hacía en Mercedes. Él nunca leyó, nunca había leído<br />

nada. Y cuando escuché una carcajada suya sabía que estaba<br />

leyendo algo que yo había escrito en esa revista. Porque uno<br />

en realidad se considera escritor cuando puede enganchar<br />

al lector que a uno más le importa que lea. Y en mi caso<br />

siempre fue mi viejo. Yo creo que a los diecisiete, dieciocho,<br />

cuando escuché que él entendía lo que estaba haciendo,<br />

cuando él entendió que aunque lo mío no fuera el deporte,<br />

que era lo que él quería, cuando entendió que escribir estaba<br />

bien, me parece que me sentí por primera vez que tenía algo<br />

de sentido lo que estaba haciendo”.<br />

En sus primeros pasos como lector, fue de vital importancia<br />

una bolsa enorme repleta de libros que le regaló su tía Ingrid.<br />

En esa bolsa estaba casi toda la colección Robin Hood:<br />

Doyle, Verne, Salgari y tantos más. Pero, fue con “El<br />

gato negro” y “Los crímenes de la calle Morgue” de Edgar<br />

Allan Poe que Casciari descubrió una literatura superior. Algo<br />

mucho más potente, algo que de verdad lo asustaba. Se dio<br />

cuenta de que era muy impresionante lo que le podía pasar<br />

a una persona cuando leía. A partir de entonces comprendió<br />

que él haría lo imposible para provocar esa misma sensación,<br />

esos mismos sentimientos en sus lectores.<br />

A Chiri, su gran amigo, uno de sus primeros lectores y luego<br />

el protagonista de muchos de sus relatos, siempre le resultó<br />

muy sorprendente el poder de abstracción que tenía Casciari.<br />

“Muchas veces, estábamos en medio de una fiesta en los departamentos<br />

donde vivíamos, estaba todo el mundo fumando<br />

‘cuete’ y tomando cerveza y yo, haciendo exactamente lo mismo,<br />

estaba escribiendo un cuentito en una máquina de escribir”.<br />

Esto viene a probar que tal como decía Roberto Arlt:<br />

“cuando se tiene algo que decir, se escribe en cualquier parte.<br />

Sobre una bobina de papel o en un cuarto infernal”. Lo único<br />

que no puede faltar es la voluntad de sentarse y teclear hasta<br />

sacar de adentro lo que todo autor lleva consigo.<br />

A pesar de que desde muy pequeño Casciari supo cuál sería<br />

su vocación, entre los 18 y los 30 años tuvo una época larguísima<br />

en donde, según dice, no entendía nada de literatura y<br />

suponía que ser escritor era una tarea demasiado compleja.<br />

“Cuando escribía periodismo me salía todo muy suelto,<br />

porque realmente no me importaba y cuando me sentaba<br />

en la máquina de escribir a hacer literatura era como si me<br />

pusieran una corbata y pensaba que todo era muy solemne<br />

y me salían unas cosas horribles. Recién en España, cuando<br />

empecé a escribir para Internet, que no es literatura, da la<br />

impresión de que fuera mucho menos respetuoso, encontré<br />

mi propia voz. Cuando empecé a escribir para nadie, sin ninguna<br />

intencionalidad de publicación, sin que realmente me<br />

importara, encontré mi voz. Yo creo que las voces personales,<br />

los estilos, se encuentran, sobre todo, cuando se les pierde<br />

absolutamente el respeto a lo que eso significa. A veces leo<br />

libros, donde me doy cuenta de que el tipo está creyéndose<br />

algo y no es tan bueno. Las cosas están bien cuando de<br />

verdad hay tripas y cuando no te importa mucho. A mí me<br />

parece que yo tuve la suerte de encontrar en Internet la

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!