Revista Quid 57

Música
clásica
Alexander Scriabin,
EL MíSTICO
En el centenario del fallecimiento del gran músico, recordamos sus obras,
su genio y sus ambiciosas ideas sin concretar
POR Nadia Koval
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¿Tienen las artes el poder de transformar la conciencia de la
gente y elevar el espíritu humano hasta las máximas alturas?
Alexander Scriabin estaba convencido de que sí. Percibía
la música como una manifestación superior de energía que
tiene la capacidad de influenciar el mundo interior de las
personas. León Tolstoi describía el arte de Scriabin como
“la expresión sincera de un genio”. Pero según el biógrafo del
músico “Nadie era más famoso que él durante la vida, y pocos
fueron ignorados más rápidamente después de la muerte”.
Alexander Scriabin nació en Moscú, el 6 de enero de 1872
(25 de diciembre de 1871 según el calendario Juliano), en una
familia aristocrática. El hecho de haber nacido en Navidad,
fue para el futuro compositor no sólo una simple coincidencia
sino el signo de una gran importancia espiritual. Cuando
Sasha (diminutivo del nombre Alexander) tenía sólo un año
de edad, su madre, que era una talentosa pianista, falleció de
tuberculosis. Después de su muerte, su padre, un diplomático,
partió hacia Turquía, dejando al niño con su abuela y su
tía. La tía Lyubov fue la primera persona que introdujo a
Scriabin al mundo de la música enseñándole a tocar el piano.
Pronto este instrumento se convirtió en el objeto de su adoración
y en su amigo para toda la vida.
De acuerdo con la tradición familiar, en el año 1882 a Alexander
lo enviaron a recibir la formación militar en el Cuerpo de
Cadetes. Un año más tarde, él dará allí su primer concierto
público. En 1887 ingresó al Conservatorio de Moscú para
estudiar piano y composición. Sus pedagogos fueron los compositores
Antón Arenski, Sergei Taneyev y Vasili Safonov.
En 1892, se graduó con medalla de oro como pianista.
No pudo completar los estudios de composición debido a las
fuertes diferencias de personalidad y opinión musical con
Arenski (cuya firma fue la única que faltaba en el certificado
de graduación de Scriabin).
Inspirado por Chopin, las primeras composiciones de Scriabin
eran lustrosos ejemplos de la música romántica para piano.
Después de lesionarse la mano derecha ensayando, Scriabin
se dedicó a componer obras para orquesta. Paralelamente
estaba trabajando como profesor del Conservatorio moscovita
en el período entre 1898 y 1903.
En 1903, repentinamente abandonó a su esposa Vera y a sus
cuatro hijos y realizó una serie de viajes por Italia, Suiza y
Bélgica junto a su joven admiradora Tatiana Schloezer.