ACTUALIDADMILÁNVeintiséis años ausente tras el fiascoKarajan -Freni. Veintiséis años en laurna ocupada por el recuerdoimperecedero de Callas- Giulinj. Devociónincondicional a una de las más grandessopranos/artistas de todos los tiemposen perjuicio de Lo travioío. una de lasmás hermosas partituras de la historia dela ópera, en perjuicio de quien la creó,Verdi. Historias de la Scala,historias de la ópera. Y todoscreen que es el recuerdo dela gran diva griega el que haimpedido la resurrección dela exquisita partitura, pero noes así, ya en 1951 RenataTebaldi fue objeto de unabucheo sonado por suinterpretación de Violeta, enel liceo mi lañes.¿Quién sino Muti podríaatreverse a aquello por loque incluso Karajan se viodefenestrado? Claro que en1964 el recuerdo Callas/Violeta(en su día de éxitomenos unánime de lo que lagente piensa) estaba másreciente. A pesar de los añostranscurridos, el mito/realidadha superado el tiempomerced al disco y todavíapara algunos, muchos, aquellaTraviata de Callas, Di Stefano.Bastiamni y Giuliani,producida por Luchino Visconti con decorados de LilaDe Nobili. permanece comoversión ideal de la ópera porsu intensidad musical, vocal ydramática (eso que hoy díatestigos presenciales delacontecimiento no creo quequeden más de una docena en elmundo). Por todo esto, aún en 1990 eldesafio era evidente. Muti ha evitado, conmucha inteligencia, un reparto de lujo ovoces conocidas y como ya anunció cuandose hizo cargo de la Scala. haria que elVerdi de Traviata, Trovmore y R/go'ettoregresase a la catedral de la ópera convoces nuevas y con éxito.El pasado, por muy glonoso que sea, nodebe impedir que obras maestras de lalírica estén ausentes de los escenarios poreso de que antes... Las plañideras de lasPor fin Violeta y Alfredo,como los soñó Verdiviejas glorias que se desgarren las vestiduras,ése es su pappel, opino que los profesionalesde la añoranza, que siempre hanexistido, lo que deben hacer es quedarseen casa llorando sobre el disco/recuerdo ydejamos a los que creemos en el futurodisfrutar de nuestra ignorancia con alegríay satisfacción. Precisamente en una de lasinnumerables crónicas aparecidas en los¡mono fabnzmi hizo una Mofeta conmovedoraperiódicos italianos de estos días sobre latraviaia de la Scala. un viejo aficionadodeclaraba, tras cuarenta años de espectadoren el teatro milanés: "Es malo comparar,Fabrizini no es Callas ni tiene por quéserlo. Tampoco Pavarotti es Gigli y nadieprotesta por ello". La pasión se ha desatado.Verdi sonreirá viendo cómo su hijafavorita sigue tan viva, hermosa y amadacomo el día en que la dio vida.Liliana Cavani, la mujer temblé del cineitaliano, no ha querido esta vez escandalizara nadie y ha recreado una TraviataFOTO'l£W & MASOTTIromántica, tradicional, quizá en excesoestática para el coro, pero eficaz para loscantantes jóvenes con los que contaba enesta representación, volcándose en Fabriziniy bastante menos con Alagna al quese le notó toda la representación másatento a la batuta de Muti que a su amadaVioleta, sin embargo, en los dúos tuvomomentos de sentida emoción. Nunca lapareja Violeta/Alfredo me haparecido más convincente, másnatural, lejana a cualquier engo-Iamiento. Sin embargo, la laborde la Cavani en su aparente sencillez,estuvo llena de detallessutiles, inteligentes, así, en eltercer acto la aparición de unosinvitados con enormes cabezasde cuervo, verdaderos emisariosde la muerte, creó una atmósferainquietante de la mejor ley. Elvestuario bellísimo de Gabriel laPescucci sirvió a la historia perfectamentesin caer en excesos.Así como el decorado de unanoble sencillez excepto en eltercer acto que fue verdaderamentefastuoso, en tonos rojos,pero muy lejano a las vulgaridadesde Zefirelli.El coro cantó a la perfección yla orquesta estuvo perfecta. LaScala ha dado ei beneplácito altrío protagonista de la ópera.Paolo Coni como Germontposee una voz llena, una excelentelínea de canto, pero seresiente en la zona aguda que,en general, se le nota un tantoforzada; con todo, una notableintervención.La pareja protagonista fue unaauténtica joya... Roberto Aiagna,un tenor francés de veintiséis años, esAlfredo, }oven, con una voz bellísima, fácilen el agudo, apasionado, sirvió a la partituracon entrega total aunque con miedo,comprensible, a que algo no saliera agusto de Muti que después del 'Oh míonmorsoL Oh infam ia!" del II acto le dedicóuna amplia sonrisa cuando la Scala letributó una ovación cenada. Una maravillosapromesa realidad que con los añosmadurara el personaje, pero que ya es elmejor Alfredo que se puede encontrar ennuestros días.32 SCHERZO
MI INCREMENTA EN UN 89°US VENTAS DEL MERCADLASICO EN EL AÑO 1989-9En la reciente convención de marketinjde EMI-Classics Internacional, celebraíel pasado mes de mayo en el hostal d»La Gavina, en S'Agaró, Gerona, se hiz