ENTREVISTAque yo siento una enorme estima, John Carewe. Carewe estudióen París, con Olivier Messiaen, y posee una panorámicaasombrosa de conocimientos acerca de los estilos musicales,con él aprendí muchísimo acerca de estructura, armonía y fraseo,y también a poseer un determinado instinto acerca delestilo clásico. De hecho, todavía hoy, John y yo seguimos encontacto, nuestra relación pasó, tras un primer estado demaestro-discípulo, a la de clases magistrales, y postenormenteduradera amistad. Es una de las personas que más aprecio ycuyos consejos y opiniones valoro sobremanera.S.-¿Podría hablarme un poco acerca de las enseñanzas recibidasa Través de Giulini?S.Pv-Bueno, yo creo que Giulini es una de las razones profundasde mi dedicación a la dirección de orquesta: cuandoyo era un adolescente, recuerdo la impresión tremenda queme produjo la primera vez que le vi dirigir, esa mezcla extraordinariade drama y humanidad, que todavía hoy persiste ensus interpretaciones, en su forma, en general, de acercarse alfenómeno musical. Para mí es algo casi milagroso el que noshayamos podido llamar colegas en Los Angeles; todavíarecuerdo el estupor que me produjo su llamada telefónica,cuando me ofreció ser principal director invitado de la Filarmónicade Los Angeles, un puesto que todavía hoy conservo.Me dijo por teléfono que conocía bien mi trabajo, y pensabaque tenía buenas referencias acerca de mi aproximación a lamúsica, pero que le alegraría que pudiéramos charlar relajadamenteacerca del tema, y me sugirió encontrarme con él, enun almuerzo, en Milán, Fui a verle, efectivamente, y recuerdoque estuvimos hablando casi todo el tiempo de política,recuerda que él me narró algunas de sus increíbles experienciascon el gobierno fascista en la Italia de la Segunda GuerraMundial, y se mostró muy interesado por la situación políticaaquí, en el Remo Unido, y la verdad es que hablamos muypoco de música, y mucho sobre las personas, el mundo y elhombre en general. En fin. esa entrevista fue suficiente, yluego tuvimos ocasión de vemos, aunque quizá no con la frecuenciaque yo hubiera deseado, en Los Angeles: es, en cualquiercaso, una figura en la que yo siempre pienso con amore.De otra parte, su tragedia personal, el temblé problema de laenfermedad de su esposa, creo que ha sido algo devastadorpara él, aunque, gracias a Dios, no nos ha privado por enterode su contnbución a la música.S.-Como última pregunta, me parecería interesante que noshablara un poco o cerco de la historia de su relación con laOrquesto de Birmingham.S.FL-En el fondo es una historia muy sencilla, y el origenestá en el manager de la orquesta, Ed Smith, un buen amigomío desde los tiempos del colegio. Smith fue el gerente de laprimera orquesta que yo dingí, una orquesta |uvenil, y postenormentefue el número dos de la Orquesta de Liverpool,cuando yo trabajaba en ella como percusionista. Nos conocemosdesde hace más de veinte años, y hay entre nosotros unaestupenda relación de amistad, ¡lo cual es muy insólito entreun rnanager y el director titular de una orquesta, que a vecesni se hablan entre sí! Los dos, por otra parte, conocíamos muybien a la Orquesta de Birmingham, a la que habíamos tenidoocasión de escuchar en Liverpool, /a que con una relativa frecuencianos visitaba, durante la época de titularidad de LouisFremaux. A mi siempre me impresionó el reinamiento sonorode esta orquesta, un sonido distinto, muy especial, de unacaracteristica sensibilidad gálica. Posteriormente, dingí en dosocasiones a la orquesta, al comienzo de mi carrera profesional,y la relación entre los músicos y yo fue siempre excelente,basada, sobre todo, en mi afecto, en mi respeto hacia susmaneras interpretativas. Quizá una de las características quemás pueden impresionar, no sólo a mí, sino a cualquier direc-tor que trabaje con los músicos de Birmingham, es que es unaorquesta que ama la música, y esto, por tremendo y extraordinarioque parezca, es algo que cada día, tengo esa impresión,resulta menos frecuente, Ed Smith, al fin. fue designado managerde la orquesta, en votación de los propios músicos, y pocodespués de su llegada me propuso como sucesor de Fremaux,una decisión que fue igualmente apoyada por la orquesta, conlo que se da la peculiaridad de que tanto el responsable administrativodel conjunto como el titular musical han llegado asus puestos por designación de los propios componentes dela agrupación. Nosotros fuimos llamados sucesivamente, talcomo le cuento, dentro de un proceso de cambio: quierodecir que la orquesta quería cambiar, quena dar un salto cualitativoy mejorar, y los músicos entendieron que nosotrospodíamos colaborar en esa progresión hacia adelante. La verdades que en el curso de estos años mi relación con laorquesta ha llegado a ser tan especial, tan íntima en el terrenopuramente musical, que esa misma relación me hace estarindefenso, con otras orquestas, en ciertas áreas del repertorio.Hay una faceta, además, muy especial y significativa en laOrquesta de Birminghan, es un conjunto al que le gusta y leinteresa la música contemporánea, que entiende la necesidadde cultivar la música, no solamente de nuestro siglo, sino laque se está escribiendo en nuestros días. En ese aspecto, parami la de Birmingham es un modelo de lo que una orquestadebe ser, o más exactamente lo que debe ser una orquestadel futuro, una orquesta alejada del modelo de los años 50,todavía hoy perfectamente en uso e imperante en términosgenerales. Creo, y lo lamento por quien piense lo contrario,que el futuro juega totalmente en contra de esas orquestasque apenas tienen 50, 60 ó 70 páginas en su repertorio, todasellas encuadrables dentro de un lapso de tiempo inferior a unsiglo, es decir, un repertorio que se basa exclusivamente enuna pequeña parcela de la historia de la música, y que lleva aesos conjuntos a interpretar Haydn y Mozart como si tocaranBrahms, y a Bach y Haendel como si tocaran... ¡Dios sabrá qué!Lo interesante, lo excitante de mi trabajo en Birmingham esque existen áreas de experiencia que son exploradas conjuntamente,tanto por los músicos como por mí mismo. Piense,por ejemplo, que ésta es la única orquesta del Reino Unidoque ha creado su propio grupo de música contemporánea, ungrupo surgido de la orquesta, que yo he dirigido ya en algunaocasión, pero que funciona de manera autónoma. Mire, hoyhasta el público sabe cuál es el vibrato adecuado en una obrade Mozart, y comprende perfectamente cuándo le estándando gato por liebre, cuándo se interpreta algo completamentefuera de toda idoneidad estilística: pienso que la políticade meter a los compositores, a la fuerza, en chaquetas que noson de su talla, empieza a ser una rutina del pasado. Incluso enla Orquesta de Birmingham existe un potencial grupo, igualmentesurgido de la orquesta, dedicado a la interpretación dela música antigua. Todo esto, quede claro, sin pedanterías nisofismas de ningún tipo, como facetas diversas de la realidadde hacer la música, con atención a la música de Cámara, a lade nuestro tiempo y a la Antigua, y naturalmente cultivandoun repertorio que hoy, creo, es el más amplio y diverso decualquier formación en el Reino Unido. Yo entiendo que ésaes la orquesta del mañana, que ésa es la fuerza para la supervivenciade la Orquesta Sinfónica, y en ese sentido, no me avergüenzode decirlo, creo que la Sinfónica de la ciudad de Birminghames una agrupación que señala un camino válido decara al futuro, y particularmente me siento honrado y feliz deformar parte de esa trayectona.José Luis Pérez de Arteaga50SCHERZO
DISCOSACTUUDAD DISCOGRAFICAHunt; Una propuesta diferenteOtto Klempe/erEn alguna que otra ocasión se intentósistematizar en nuestro país laimportación de grabaciones procedentesde conciertos públicos y representacionesde óperas en vivo, pero losresultados siempre fueran mediocres, porno decir rematadamente malos, /a que semetían en el mismo saco a creadores delcalibre de Callas, FurtwSngler o Cantellijunto a ¡lustres desconocidos que nohacían otra cosa que desorientar a losposibles compradores de aquellas grabaciones.Si a ello añadimos unos preciosdesorbitados y unos registros que noalcanzaban la mínima calidad exigí ble, llegaremosa la conclusión de que los responsablesde aquellos lanzamientos, ademásde buscar sólo el interés material, nosabían muy bien por dónde iban los tiros.Ahora, las cosas han cambiado sensiblemente.La empresa Diverdi, compuestapor auténticos conoisseurs, hacomenzado a distribuir en España ellegendario catálogo Hunt. formado porvarias secciones entre las que destacan lassiguientes: Ediciones FurtwSngler y Karajan,Hunt-clasica, Hunt-grandes intérpretes,Mito y Academia. El sonido es buenoen la mayoria de ios casos (nada que vercon las antiguas grabaciones Cetra), apartede que muchas de ellas son registrostotalmente inéditos procedentes de emisorasde radio. Todos estos discos, publicadossin excepción en soporte compacto,se irán comentando en sucesivosnúmeros de nuestra revista. Para abrirboca, aquí tienen algunos títulos quepondrán los dientes largos a más de uno ,sin contar con el atractivo precio económico(entre 1.250 y 1.850 pesetas cadadisco): todas las óperas protagonizadaspor Mana Callas procedentes de representacionesen público. El anillo del NibelungoporFur-twangler(Scala deMilán 1950),el Fidelio delmismo directorconFlagsta d,P a t 2 a k ,SchOffer ySchwarzkopf(Salzburgo1950), dosOctavas deBruckner(edicionesNowak yHaas respectivamente)dirigidastambién porFurtwángler,varias SinfoníasdeM o z a r t,Beethoven yBrucknerpor Otto Klemperer,Sonatas de Beethoven porEdwin Fischer, recitales deFritz Wunderlich, AstridVarnay, Elisabeth Schwarzkopf,Kirsten Flagstad,de nuevo Maria Callas,etc. Otro Anillo del Nibetungo,pero esta vez en larecreación de Hans Knappertsbuschdentro delFestival de Bayreuth de1958; una edición deKarajan con muchas desus más importantes versionesde óperas y conciertosUve: Cormen, DonGovanni, Aldo, Tannhóuser,Tosca Fidelio, La creación.la Pasión según San Moteo,Parsifal, etc. (y esto essólo una pequeña muestra).Como se ve, estamosante una propuestadiferente y que muchosconsideramos como idóneaen lo que a grabaciones discográficasse refiere. No olvidemos aquellafrase de Rafael Kubelik:'Uno de losmales menores seria hacer las grabacionesen conciertos públicos'... Ni más,ni menos: ustedes le darán la razónal escuchar cualquiera de estosregistros.ROPOULOSRIGEAHLERSINFONÍA N.9SCHERZO 51