DOSIERhoy a jugar un papel renovador en el próximo Teatro Real.Prueba de ello es la diferente demanda de asistencia en funciónde los pocos títulos de repertono y de los intérpretes,sean divos o sean desconocidos.De participación mixta de fondos públicos y privados sepuede calificar al Gran Teatro del Liceo, en Barcelona, conuna propiedad ayudada sustancialmente por el GobiernoCentral, Autónomo y Municipal. Al mérito de haber sabidocomprender la necesidad de colaboración pública y privadaactual, como único medio de hacer frente a la economía dela ópera si se quierehacer con dignidad ycategoría y máximonivel.Además del supuestode Bilbao, donde todavíacoexiste un teatropúblico como el Amagacon los Festivales privadosde la ABAO, tenemosotros ejemploscomo los de Valencia oMálaga, donde con fondospúblicos se mantienenteatros con esporádicaproducción deópera, o ejemplos comolos de Oviedo, Las Palmas,Tenerife, La Coruña,donde SUS témpora- Ei leaüo Amaga, público, coexiste con tos í-esíirates privadas de ¡a ABAO.das de ópera estánfinanciadas y organizadas por Asociaciones de Amigos de laOpera con subvención parcial de fondos públicos.Y después de eso, nada o muy poco: Palma de Mallorca,San Sebastián, Santander, Valladohd, Sabadell, ofrecen congran mérito ocasionales óperas, con vocación de permanenciay con lucha constante contra los elementos, en un despertarloable de su afición y sus organizadores.Con esos sistemas de actuación cabe preguntarse si es factibleun modelo uniforme de organización operística para elfuturo, o si es absolutamente necesario el buscar ese modelo,o si por el contrario, no hace falta buscar uniformidad algunadejando que libremente cada enclave operístico pueda organizarsea su modo y manera.Vacio legalLa uniformidad no tiene porqué ser deseable en sí, salvo elcaso de que responda a estímulos o condicionantes positivos,cuales puedan ser la creación de mecanismos administrativosy políticos que lleven a una mejor coordinación de la gestiónoperística entre el sector público y el pnvado o la promulgaciónde leyes que regulen el sector y establezcan unossupuestos objetivos de vida y financiación de las organizaciones-teatros- de la ópera con mejora definitiva y puesta al díade la infraestructura teatral,Sin esa base normativa, ni un reconocimiento público delfenómeno operístico, pues el vacio legal en España es casitotal, no puede pensarse en llegar a conseguir teatros distribuidospor nuestra geografía nacional enteramente dedicadosa la ópera, o principalmente dedicados a ella y. ni pensarsetampoco en una actitud sena de cara a la producción operística,necesitada por otra parte de unas bases de coordinaciónÍXÍSCHERZOque permita el abaratamiento y la mayor calidad de nuestraproducción propia, por el esfuerzo coordinado y conjunto devanos teatros cuyas condiciones o circunstancias físicas y económicassean análogas. La producción propia, esto es, la creaciónpara un teatro de decorados, muebles, trajes, etc., se vedificultada en España por la escasa existencia de talleres yexpertos en esas materias. Precisamente el despertar de laópera y la exigencia de esos talleres y esos artesanos justificariasocialmente el empleo de dinero, público y privado, en elsector, ya que significa creación de puestos de trabajo altamentecualificados.Tampoco puedeconcebirse un florecimientodefinitivo de laópera en España si nose establecen las baseslegales para la financiaciónprivada que permitanla afluencia deesos fondos no públicosa la ópera comoparte de la cultura,con los correspondientesresortes fiscales,desgravatorios yestimulantes a la inversiónen cultura. Sehabla frecuentementede la Ley de Mecenazgo,o de otras iniciativaslegales similares, oexisten propósitos concretos como los de la Conmemoraciónde V Centenario del Descubrimiento o los Juegos Olímpicoso Madrid Capital Cultural, pero poco o nada se consigue,al manden de que sea necesario abundar en una campañapsicológica y educativa que lleve a los detentadores delposible dinero cultural a decidirse por el apoyo a actividadesculturales no rentables en términos económicos directos.El reconocimiento de la necesidad del llamado mecenazgova implícito no sólo en la conducta de los particulares quebuscan la subvención oficial o privada, sino del propio Estadoque también recaba de esos particulares -empresas- la colaboraciónpara financiar sus actividades. La Orquesta Nacionalde España. Ballet Bacional, Opera en la Zarzuela, cuentandesde 1984 para acá con la contnbución estable de determinadasempresas privadas o públicas que ayudan a paliar lacarencia de fondo públicos para el sostenimiento de esosconjuntos oficiales o de esas actividades puntuales -ciclos,giras, etc.-, en demostración de que al menos la coordinaciónentre la gestión y la función, pública y privada, debe producirsepara mantener y relanzar la cultura en todos los géneros,no estando exenta la ópera de este condicionante.Como resumen y colofón digamos que el sentido delmovimiento de la ópera en España es ascendente, pues aunquese camina desde un casi páramo en los últimos años seasiste a un despertar de la afición y de los organizadores, sibien se tropieza, entre otras cosas, con una infraestructurainadecuada, una carencia legislativa al efecto, y con ciertasmentalidades condicionadas por un pasado reciente, reactas areconocer el valor cultural y social de la ópera.Juan Antonio Cambreleng RocatEjt-dinaor general de Múika)
LA OPERA EN ESPAÑAB teatro Real podrá enfrentarse al2000 con fas mejores condicionestécnicasSI, lector. Otra vez el Real. La vieja cuestión vuelve ahacerse candente, y desde las altas esferas se deslizauna mirada de nostalgia y de amor hacia las paredesagrietadas e implorantes del tantas veces ilustre teatrode la ópera". Con estas palabras un tanto cursilonascomienza Matilde Muñoz el último capitulo de Historio de'Teatro Real que se publicó a principios de 19<strong>46</strong>.Ahora, después de un largo paréntesis como Teatro deOpera, y en plena fase de reconversión del Teatro Real, se planteade nuevo la cuestión: ¿cómo enfocar este importante coliseoen el futuro? Muchas cosas han cambiado desde que se oyó en1925 la última obra y. gracias a los avances tecnológicos, el viejoTeatro podra enfrentarse al año 2000 con las mejores condicionestécnicas y volver a rendir homenaje a los compositores quetantas pasiones suscitaron y suscitan. Pero no sólo las obrasescritas antaño pasarán la reválida sino también los compositoresde nuestro tiempo deben estar presentes dentro de la dinámicaen que la novedad, como alternativa al repertorio, impnmeun espíritu creativo a la reciente andadura de nuestro Real¿Otra vezel Real?Otra faceta de la filosofía regidora del Teatro Real es la preocupaciónpor recuperar la ópera española escrita durante losaños en los que parecía que sólo el estilo italianizante era capazde ofrecer garantías de solvencia artística, y mucho menos, porsupuesto, eran los favores que se le tributaban al sólido artealemán en donde el wagnerismo fue arte floreciente en lasociedad catalana de la misma época. Ha/ buenas razones paracreer que en nuestros archivos se pueden encontrar obras noexentas de calidad y que merecerían el interés del público.Dice Azorin en un artículo publicado en 1948 en el diarioABC que la historia del Teatro Real es la propia historia de lasensibilidad española en la segunda mitad del siglo XIX y partedel siglo XX. Yo quisiera creer que esto no es sólo una benévolaexageración pues /a hemos comenzado a escribir las nuevaspáginas de esta Historia del Teatro Real.Antoni Ros MarbdSCHERZO 97