DISCOSun extraordinario artista (no se debería emplearesta palabra), y una verdadera star de losfestivales multitudinarios, y en concierto comoen disco hay que rendirse ante su cansma («unruiseñor escondido detrás de un hipopótamo»decía Sofía Noel, con admiración); pero, y noquiero ser aguaf estas, esta promoción como siel único o del mejor Kawwal se tratara es unpoco despreciativa para con otros maestros,por ejemplo: Raza, Muhammad Uaman, Ustadjafar Husain Jan. Ustad Fayaz Jan. MahmudNizami y un largo etc. El deber de las casas discográficasconsiste también en una divulgacióny no sólo en una rentabilidad.Otro pequeño detalle concerniente a la presentación:el Kawwali tiene que someterse aunas obligaciones; puja (alabanzas a Dio;,Muhammad) Ali a los antos su-s). jamen(teñe que ser cantado en horas que no interfierencon los rezos), moícone (en un lugarritualmente purificado, y en general retirado).jwoni (asamblea constituida por hermanos, opersonas con pensamientos puros). Ya quealgunas de estas obligaciones no se cumplen,¿porqué en los comentarios que acompañan alos discos, no decirio así. y presentar estosconciertos como son: un extraordinarioespectáculo?REGITA GOVINDA (en la tradición conservadael templo Jagannatha, Puri 3 CDS AUVIDISgravadón ADD de 1962, reeditados I9S9. A6152. 2h., <strong>46</strong>'.L'INDE: Danza devoóonal de Orina. CD ArionAftN 64045. Grabación: 197S AAD 44' 54'.Intérpretes. Disco I y 2: Pandít Ragunath Panigrahí(canto) y Hermanta Kumar Das (sitar).Disco I. jayantha Kumar Mukherjee (flauta),Banamali Baharana (tambor pakhawaj). Sanjugita(tanpura). Disco 2: Gurú Kelucharan Mahaprata(maestro de danza y tambor mardala).Mohini-Mohan Pattnaik (flauta), con la participaciónde la bailarína Sanjukta Panigrahi.Se trata de dos tesoros discografcosexcepcionales; el pnmer disco(Ota Gtwnda ) es además absolutamenteindispensable. El Gito GtMrtcfa.el equivalentedel Cantar de toscontares, refleja el amorde Radha y Khshna. y está representado a travésde esculturas, pinturas, bailes y cantos en todaslas regiones de la India. Nos llega en la versiónde Jayadeva. bajo la forma de un gran poema lírico,casi una ópera para cantante solista, en 26escenas. Jayadeva. onundo del Norte de la Indiase casó con Padmavati, hija de un brahmán delsur del país dravida. El encuentro se hizo en Pun,y lo cuento no por mera anécdota la cultura deOrissa. entre el norte y el sur de la India participade las culturas nindostaní y camática. Poetade la corte de Sena. Jayadeva introduce en elculto oficial del Amor (se), la doctnna Sahaj, enpos de la sublimización de la libido, no a travésde la castidad, sino a través de una elevaciónprogresiva del gozo. En una edad en la cual jayaóevaya no era adolescente, la gracia de Knshnaparece haberle traído la embriaguez sensual paradescnbr los divinos amores.La obra de Jayadeva evoca la India imaginaria(tal vez real en un cruce de cultura;la del hombre del norte con su voluntad deorganización, amenazado y atravesado por laorgia lírica de la cultura melanisada de Padnavati.su mujer, y bailarina del templo de JaghannataIndia imaginaria y arte grandioso de unaexpresividad sin igual, y si la música europeapuede que sea supenor en cuanto a la armoníacalculada y equilibrada (según Elie Faure), enninguna otra música encontramos una imagendel universo de un linsmo tan tremendo, animadopor la voz de los bosques y n'os, el soplode las bestias, el deslizar de las serpientes, losmovimientos y gemidos del amor, las formas defuror, de la voluptuosidad y de la ternura. Eneste arte de solistas, es una multitud quiencanta y hace temblar en la materia misma losgritos de dolor y de alegría, las quejas, los sollozos,los suspiros, los murmullos y hasta losespasmos de este canto.Pienso en el texto (traducido en francés einglés), pienso en los intéipretes oriundos deOrissa. todos maestros de sus artes, y piensoen el baile de Sanjulcta Panigraphi (se la oyebailar en esta grabación efectuada en el museoGalliera, durante una de sus visitas parisinas)acompañada por el canto de su mando PanditRagunath.P.Eproximanente72 SCHERZO
DISCOSESTUDIO DISCOGRAFICOEn el número 24 de la revista SCHER-ZO se incluyó un Dosier relativo a BenjamínBritten con motivo de los setenta ycinco años del nacimiento de este singularcompositor. El autor de estas lineastrazaba allí uno apretada introducción almundo operístico de este músico que demanera tan original y profunda supocomprender lo Unco-dramático. El teatroparece algo consustancial a Britten; ahíestán sus quince títulos operísticos, diezde los cuales son óperas de duraciónnormal y planteamiento estético suficientementeambicioso como para significaruna aportación decisiva a ese género quesupone fenecido desde que en 1925Berg compusiera Wozzeck. Pero ademásdel Dosier del n." 24 de esta revista, ellanzamiento paulatino por parte deDecca del legado fonográfico de obrasde Britten (dirigidas por él o al menosartísticamente condicionadas en su traducciónsonora), nos ha permitido acercamosa él en recientes entregas dentrode estas páginas amarillas. Los cuatroálbumes que reseñamos ahora son latercera entrega del imprescindible legadolírico de Bntten. nombre con el que evocamosa uno de los pocos operistas continuosde nuestro siglo (es decir, quesiempre compusieron ópera en unasecuencia que abarca más o menos unamayoría significativa de su vida creativa),como Richard Strauss, Leos Janácek oSergei Prokofiev.Fechas y característicasComo en otras ocasiones, cederé a (amanía de las fechas, que en mi opiniónsuelen colocar a las cosas en su sitio,pues el sitio de las cosas es, antes quetodo, su ubicación en el tiempo. A! margende la Fedra, cantata (monólogo, enrigor, y por eso no está de más en estaserie y en su concreto acoplamiento),que acompaña a Lo violación de Lucrecia,que sirve de lucimiento a Janet Baker yque fue dirigida por Steuart Bedford enun registro de 1977, unos meses posterioral fallecimiento de Bntten, nosencontramos con cuatro óperas de otrastantas décadas en que el músico británicose dedicó a! teatro.Lo violación de Lucrecia, 1947.La vuelta de tuerca, 1954.El sueño de una noche de verano, 1960.Britten:Otras cuatro óperas y una propinaLa muerte en Veneaa, 1973.Las dos primeras son ejemplo deópera de cámara, lo cual constituyó unade las opciones estéticas más importantespor parte de Bntten. No olvidemosque este compositor no era el típico creadorajeno a la realidad de su tiempo yde su público, que compone en la soledadde su escritorio y su teclado, sinoBenjamfrí Britten, Peter Pears y Kathieen Ferner.que siempre lo hizo en contacto con unelemento teatral dado, un grupo (elEnglish Opera Group), unos cantantes,una realidad escénica. Cuando estrenaLa violación de Lucrecio ha conseguidoque los elementos limitados propios dela posguerra y de nombres que, como elsuyo, aún no están consagrados, se constituyanen dispositivo y recursos apropiadospara su lenguaje en formación. Peroen 1954, año del estreno en la Feniceveneciana de Lo vuelta de tuerca, Brittenya es un compositor indiscutible, imprescindibleen la gran nónima de creadoresvivos, que no necesita hacer de la necesidadvirtud en lo que se refiere a efectivosen el foso o en el escenario, Sin embargo,el carácter cameristico de la ópera seha convertido ya en una opción estética,y por ello el reducido dispositivo delfoso y la escasa plantilla de cantantes esalgo que tiene que ver más con unaelección que con una necesidad. Además,con toda probabilidad consideróBritten, junto con su libretista, MyfanwyPiper, que el mundo sugerido, ambiguo,intimista. fantasmal de la breve novela deHenry James se traducía mejor en sonidoy en teatro mediante esos recursosvoluntariamente limitados.Ese espíritu permanecería en obrascomo Eí sueño de uno noche de verano,otra creación del English Opera Group,en este caso para Aldeburgh. El dispositivoorquestal es mayor que los catorcemúsicos de Lo vuelta de tuerca, peromucho menor que cualquier orquesta defoso, El espíritu de esta maravillosa traduccióndel mundo feérico de Shakespearees, pues, el mismo del misterioso einquietante programa de variaciones quemancan el implacable giro o vuelta de latuerca fantasmal, y desde luego del realismodistanciado de La violación deLucrecia, ópera en la que se ensayó porvez primera ese breve dispositivo, eneste caso quinteto de arcos, cuatro músicospara las maderas (aunque tocan sieteinstrumentos) arpa, trompa, percusión ypiano (este último a cargo del director,aunque no es una imposición absoluta).Y ese canto del cisne (inesperado, porotra parte), que es Muerte en Veneda, loprolonga en cierto sentido, aunqueahora nos encontremos ante un compromiso,como lo es el que a lo largo dediecisiete escenas la acción se concentreen un monólogo fundamental y una seriede visiones en las que el ballet es un elementoimportante (en consecuencia, setrata de una dimensión que se pierdepor completo en un registro puramentesonoro, desprovisto de imagen), hasta elSCHERZO 73