DISCOSESTUDIO DÍSCOGRAFICOEl legado de Erich Kleibertnch KletDerNo es fácil conseguir una interpretaciónde altura, redonda, de esta "Comedia enmúsica', de esta extensa y exquisita recreaciónde la Viena de Mana Teresa confeccionadapor el tándem Strauss-Hofmannsthaí.Se requiere para ello la presencia creativa devarios elementos no siempre en condicionesde reunir cuatro cantantes de primerisima(tres sopranos, o dos sopranos y una mezzo,y un bajo de singulares cualidades), unaorquesta de extremo virtuosismo y brillo y,en particular, un director como la copa de unpino, capaz de articular elocuentemente lossonidos contenidos en una partituraespecialmente nca. vanada, alusiva, contrastaday complejísima: un maestro concertadadealtos vuelos, nguroso. de batuta muy claray precisa, estilísticamente depurado, de paletasonora refinada y colorista, hábil en elmanejo y dosificación del arte del rubato, eficazen la aplicación de factores expresivosbásicos en esta música como son las distintasgradaciones dinámicas, las diversas formas derallentando, el portamento y, sobre todo, elglissando.Pocos directores tan aptos para aunartodo ello y para plasmarlo globalmente enuna versión equilibrada, cálida y transparente,concisa, rítmicamenteperfecta -por su norteseguro y su flexibilidadenriquecedora-, elegantementeestilizada, sinexcesos, de tempí justísimos,como Ench Kleiber,vienes de nacimiento,músico extraordmano.artista eminente,que nos dejóantes de morir, enenero de 1956, algunostestimonios discográficosde excepción: unode ellos es, sin duda,este Caballero de laraso, que se nos brindaahora, respetando subuen sonido de origenque aparece exento desoplidos, en soportecompacto. Duranteaños, y aún hoy, estaversión fue pnmerisimaopción. Sigue conservando,frente a otrasque posteriormentehan aparecido en elmercado, una frescura,una gracia yFOTO: DECCA una claridad ejemplares.Todo está-y sin perder ni un átomo de calor oexpresividad- excepcionalmente medidoen la dirección de Kleiber, que sabecrear, del modo más sencillo y natural,tensiones dramáticas partiendo de unfraseo singularmente conciso y ceñido yde una sobriedad acentual proverbial ensu batuta. Las respectivas introduccionesa cada uno de los tres actos encuentranen su mano una reproducción que todavíay a <strong>46</strong> anos vista no conocen nval tales la milagrosa proporción que guardanentre si los planos sonoros que las conforman,¡a meridiana claridad con queunos y otros se combinan y superponen,la justeza de los ataques, la inspiradaelección del tempo de base, el establecimientode un adecuado diseño rttmicoque hace moverse, crecer fluidamente,alimentado por una implacable dinámicainterna, el discurso, en pocas ocasionestan intensamente dramático. Hay quedescubrirse ante la impecable realización,insuperada, del fügato -en ese diabólico 12/8asentado sobre nerviosísimas corcheas- queabre el tercer acto. Y, en general, ante lamágica continuidad que. de principio al fin.tiene esta interpretación en la que nadasobra ni nada faíta, en la que se respira unaire puro -el del arte- y en la que, como nopodía ser menos, las voces aparecen admirablementetratadas e integradas en la corrientedramática de la forma más lógica, prestándoseal juego variadísimo que propone laendiblada escritura straussiana. para la quetodo matiz es poco, y a la férrea conducciónde Kleiber. que no perdona ni una sola anotacióndel pentagrama ni va nunca más alláde lo que éste dice y exige, en un caso particularmenteparadigmático de lo que podríadenominarse objetivismo creativo. Qué dudacabe de que muchas de estas premisas interpretativasfueron recogidas por el hijo deeste impresionante director -de cuyo nacimientose cumple este verano un siglo-, elhoy famosísimo y excéntnco Carlos Kleiber,autor de una versión, en cartel durante añosen Munich, fiel a los postulados paternos,aunque alimentados con un ardor y unromanticismo muy personales.El equipo de cantantes de este clasico deDecca funciona a la perfección aun cuandoquepa hacer determinadas matizaciones.Mana Reming, algo mayor en el momento dela grabación (habla nacido en 1901), muestrauna clase, un saber estar y decir, una eleganciaejemplares, si bien su voz, un puntoopaca, algo apretadilla en ocasiones, no estuvieraya en las mejores condiciones. SenaSeno JurimacfOTO: fAYÉAJurinac resurta modélica en un papel quepaseó por toda Europa. Soprano lírica, de lasllamadas anchas, tiene un timbre cálido y unaespecial sensualidad al frasear Octavian juvenily ardiente que -aunque la escritura no esmuy grave, y por eso suelen cantar la parte aveces sopranos- encuentra oeftos proble-78 SCHERZO
DISCOSmas en la zona inferior, donde el volumense empequeñece, la emisión se descontrolay el timbre pierde esmalte. Su parejaes la siempre segura, fácil y correcta HildeGueden, que brinda una Sophie adecuadapero no particularmente exquisita y consu habitual gangosidad en la emisión.Contundente, bien cantado, de justacomicidad, el Ochs de Ludwig Weber.Profesional y eficaz, como de costumbre,Alfred Poell; entonado y conjuntado elresto del extenso reparto. Antón Oermotaes un Sdnger de excelente línea, unpoco justo (en esta episódica pero nadafacü intervención bnlla por encima de losdemás Pavarotti en la versión de Sohti),Protagonista de excepción es. porsupuesto, una Filarmónica de Viena absolutamenteidentificada con una ópera que habríade llevar al disco en otras tres ocasiones.Esta recreación de Kleiber se sitúa, por tanto,en el mas atto nivel y admrte difícilmente, enel aspecto directorial. parangón con algunaotra. Y eso que -suerte que tiene esta obrede Strauss- las hay espléndidas. Empezandopor aquella antigua versión de Kempe (Urania,1950). con el delicado Octavian de TiaraLemnte Y continuando, ya en 1957, con unainterpretación hoy también legendaria (y yareeditada por EMI en CD) de Karajan, quese confirmaba como un maestro de refinamientosonoro excepcional y que conseguía-a costa quizá de perder un tanto la perspectivadramática-, en virtud también de unalargamiento eventual de los tempi, recrearmaravíliosamente la peculiar y un tanto decadenteatmósfera straussiana apoyado en unafenomai Philharmonia de Londres y en unequipo de cantantes de primera magnitudencabezado por un trio femenino que, comotal, no ha sido, ni probablemente sera jamás,mejorado: Elisabeth Schwarzkopf en estadode gracia, diciendo, matizando hasta el infinito,sintiendo cada frase, cada silaba, con esasingularísima manera de ligar, de prolongar laLuówig Weber. como e< Saron Ochs.fOTOí FAYERHilde Gueden comosonoridad de las consonantes, envueltas enel raro metal de su timbre, otorgando unalancinante melancolía a la Manscala, papel enel que no tenia rival (¿Cómo olvidar sumonólogo del final del primer acto con lafrase Der Herr Grafwetss ohnehim. que anunciasu despedida de una amor que se va?,¿cómo no tener siempre en la memoria esefch weiss auch *. Car nix, que confirma laseparación poco antes del trio último?);Chnsta Ludwig, en plenitud, que otorga, consus poderosos medios de mezzosoprano.fácil arriba y abajo, y con su buena linea decanto, una vitalidad y una credibilidad extra-STRAUSS: Der Rosentow/ier. Mari» Reininj,sopnno {Maríscala); Ludwig Weber, bs)o(Ochs); Sena Jurlnac. soprano (Octavian);Alfred PoeJI. barítono (faninal): Hiltte Gueden,soprano {Sophie); Judeth Hellwig, soprano(Mírianne); Pelen Klein, tenor (Valiacihl):Hllde ftüssel-Ma}dan. meso (Annina): AntónDvmiQü, tenor {un cantanre); Waker Berry.barítono (un sargento)... Coro de la Saatsoperde Viena. Orquesta Filarmónica de Viena-Director Erich Kleiber. Grabada en Junio de1954 en la Musikverein de Viena. Productores:Vicior OTof y James Walker. Ingenieros deionido- Cyfil Windebank v Jack La**. 3 CDADDDECCA Historie 415 9S0-2 7I 1 J9",W. by\r. Total; l»7"6".ordinanas a Octavian, y Teresa StidvRandall,Sophie refinadísima, casi instrumental, aunquede agudos a veces fips, que empastaadmirablemente con aquéllas y que contribuyea obtener una reproducción del dúode presentación de la rosa, del trio final y deldúo de cierre inmejorables e históricas. Edelmann,por su parte, hace en esta versión unBarón de Ochs eficaz, un tanto grueso enciertos momentos pero de sólida prestaciónvocal (aunque mas que de bajo la suya erauna voz de barítono dramático), Karajangrabó de nuevo la obra para DG en 1984sin superar aquel logro, aunque hay quereconocer que consiguió de ia Filarmónicade Viena unas sonoridades únicas y que laversión tiene en su conjunto una suntuosidadtlmbrica y una amplitud extraordinarias yque cuenta con voces espléndidas: Tomowa-Smtow, Manscala plausible, de bella voz yexcelente linea; Batea, en uno de sus mayoreséxitos para el disco, que hace un Octaviancantado y dicho dentro de los cánonesmás auténticos; Janet Perry, un poco sositapero de voz y estilo adecuados (muy bientrabajados sin duda por la batuta): Kurt Molí,bajo de verdad, con los graves que se necesitany el color exigido, modélico y no tanhistriónico como Edeimann...A reseñar en este pequeño repaso lasversiones de Soíi. ya citada (Decca, 1968),muy bien dirigida igualmente, teatral, en supunto, justa de tempi, y de impactantesonoridad (Filarmónica de Viena otra vez),que maneja un equipo de canto bueno perosin los brillos antedichos en el que destaca lasentida Manscala de la Crespm, vista conuna clase de gran artista, pero irregular demedios vocales. Abuen nivel Minton yDonath y flojito Jungwirth. Más vibrante yfogosa, no siempre equilibrada pero estimabilísimaen cualquier caso, la realizada porBemstein en 1971 (CBS) a raíz de sus repetidoséxitos de Viena y con el mismo elencoutilizado en las representaciones de la Staatsoper:Chnsta Ludwig, aquí una buenaMarieTherese, un tanto apuradilla en lazona afta, lejos de su Octavian anterior;Gwyneth Jones, fuera de sitio, algo destemplada,como Quirtquirt (luego sería, en lasrepresentaciones de Munich, una mejorMaríscala); Lucia Popp. la más destacada delreparto, una de las más sutiles y encantadorasSophie; Walter Berry, Ochs, más queestimable y de inesperado juego en los graves,aunque leps del ideal...La versión de Edo de Waart, para Philips,queda bastante por debajo de las citadas apesar de los buenos momentos de Lear,Von Stade, Werting y Bastin. Hoy es posibleencontral alguna reedición de los fragmentosde esta ópera grabados en 1933 para HisMasters Voice. bajo la experta dirección deRobert Heger. por un reparto clásico yconocedor encabezado por Lotte Lehmann,Elisabeth Schumann, Marie Olczewska yRichard Mayr. Un plato apetitoso para coleccionistasy nostálgicos.Arturo ReverterSCHERZO 79