que en sí misma no le puede responder ¿Qué es una mujer?. Es aquí donde entra otrapregunta fundamental dentro del discurso Lacaniano: ¿Una mujer nace o se hace?“Desde el momento en que hay nombres, se puede hacer una lista de las mujeres, ycontarlas. Si hay mille e tre es porque (hablando de Don Juan) puede poseerlas unapor una, que es lo esencial” (Lacan, 1981), como no hay un significante absoluto delsexo femenino, la feminidad se construye, es un desarrollo e incluso una conquista.La mujer no existe, dice Lacan (1981), es un La barrado que como articulo deluniversal femenino no se halla, ahora, una mujer denota el carácter particular del unapor una, de cada ser sexuado del lado de la mujer.Situarse del lado fálico, es decir del lado masculino, convoca a un goce genital,aceptar que la castración ha operado es colocarse del lado femenino, y en este sentidogozar del cuerpo, no del falo, “para el hombre, a menos que haya castración, es decir,algo que dice no a la función fálica, no existe posibilidad de que goce del cuerpo de lamujer, en otras palabras, de que haga el amor” (Lacan, 1981).Para la mujer hay un goce suplementario con respecto al goce fálico, con estoLacan (1981) no designa que la mujer no se encuentra, en términos de proporciones,dentro del goce fálico, por el contrario se encuentra completamente sumergida dentrode este goce, igual que su compañero varón, aun así, hay algo más, un algo que no sepuede designar, es un goce que va más allá del falo.“Hay un goce de ella, de esa ella que no existe y nada significa. Hay un gocesuyo del cual quizá nada sabe ella misma, a no ser que lo siente: eso si losabe. Lo sabe, desde luego, cuando ocurre. No les ocurre a todas”Lacan 1981 (Pág.90).
3.3 Convergencia de fantasmasLaurent (1999) en su libro “Posiciones femeninas del ser” comenta los conceptosque Freud introdujo: mientras la perversión masoquista es masculina, hay unacategoría aparte, el masoquismo femenino.Laurent (1999) comenta:“Podemos detenernos en el hecho de que Freud no se conformó con ponerlosen el mismo plano. La perversión masoquista es esencialmente masculina: enefecto, Haverlock Ellis, Krafft-Ebing y Reik, dos de ellos psiquiatras y eltercero psicoanalista, discutieron más que nada casos masculinos. Freudquiso, justamente, inventar un termino que convenga al lado femenino".Para Laurent (1999) "Pegan a un niño” (1919) es un acontecimiento en la clínicapsicoanalítica de las perversiones, porque allí Freud demuestra por primera vez quelas perversiones no se deducen del funcionamiento, sino que están organizadas por laestructura edípica. Hasta ese entonces, incluyendo los agregados hechos en 1915 asus Tres ensayos de una teoría sexual, Freud había sostenido, que las perversioneseran el equivalente de lo que fue Kraepelin para la psicosis. Para Freud, dice Laurent(1999), hay al menos cuatro instintos, cuatro estallidos del instinto sexual imposiblesde unificar, el oral, el anal, el voyeurismo y el exhibicionismo, el sadismo y elmasoquismo. Le tocará a Lacan unificar estos cuatro estallidos del instinto sexualbajo el rubro único del objeto. Un objeto particular, ya que habrá que reconocerle a lamirada un estatuto de objeto pulsional, terminar en este punto la obra freudiana, yreconocer en la función crucial del orden la particularidad del funcionamiento del
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