13.07.2015 Views

1sH88Ai

1sH88Ai

1sH88Ai

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ReflexiónUna reflexión sobre el patrimonioAutorJorge Rojas ChacónMagíster en Liderazgo de Gestión Educacional por la UNAB, Profesor deHistoria, Geografía y Cs. Sociales por la PUCV. Profesor en Universidad deLas Américas. Contacto: rojas52@gmail.comPatrimonio histórico es todo aquello tangible e intangibleque nos conecta con nuestra memoria, ya sea nacionalcomo también a aquello que nos une como humanidad. Lascomunidades -como grupo nacional- o el conjunto de comunidades-como extensión mundial-, guardan una memoria nacionalo universal, que les otorga identidad, la que está basadaen un pasado cercano, lejano o muy lejano.El patrimonio es una fuente histórica de gran magnitud, asítengamos que interpretarla para que nos “hable” de la épocay el contexto desde el cual nos mira. Por ejemplo, un friso: loobservamos, lo analizamos y concluimos. Una carta: la leemos,analizamos y también concluimos. Esta conclusión no solo estácentrada en el mérito de la época o en el contexto de su finalidadtemporal, sino que nos permite transitar por la divagación,la extrapolación y, muchas veces, llegar a la comprensión denosotros mismos, por muy alejados que estemos en el tiempo yel espacio a aquel objeto.la colección bibliográfica peruana que llegó a Chile, como patrimoniode la Biblioteca Nacional, después de la ocupación deLima por parte del ejército chileno. También es cierto que hacomenzado a ser devuelta.Un estudiante de historia y, con mayor razón, un profesor dela especialidad, debe ser curioso y tener conocimiento más omenos extenso del patrimonio nacional y universal. Ese conocimientoserá fuente importante para sus clases, como introducciónvisual o auditiva, y de gran significado para iniciaruna unidad lectiva determinada. No solo sirve al propósitorestringido de su clase, sino que expande la cultura general desus alumnos e, indirectamente, de la familia de aquellos estudiantes.Recomiendo a mis alumnos que naveguen en sitios culturalesde internet, los cuales pueden reemplazar en alguna forma alviaje físico. Los incito a que observen detenidamente, a queno solo miren superficialmente esos sitios. Observar y meditarsobre el patrimonio permite a un profesor hacer una clase,pensarla, construirla. He preparado varias de mis clases observandouna obra de arte determinada, observación que me llevaa la divagación constructiva. Por ejemplo, las clases sobre laReforma Protestante están construidas en gran medida sobrela observación del retrato de Erasmo de Rotterdam, obra deObservando nuestro patrimonio nacional con detenimiento, nos entenderemos mejor ydescubriremos que quizás no somos lo que creemos ser o lo que nos han enseñado a creer.El Museo del Louvre, por ejemplo, atesora patrimonio no solofrancés, sino que de toda la humanidad. Escultura, pintura,frescos, escritos, bocetos, restos arquitectónicos y un muy largoetcétera, están entre sus colecciones. Si bien están en ese magníficomuseo parisino, como señala su director Henri Loyrette:“….el Museo las guarda para todos….”, es decir, ese patrimoniono es francés, sino que pertenece a toda la humanidad. Así sucedecon todos los museos del mundo, por modestos que sean.Los nuestros tienen esa misma característica: están en Chile,pero pertenecen a todos. El Museo Precolombino de Santiago,por ejemplo, se considera uno de los mejores del mundo en suespecialidad.No voy a hablar de cómo llegan los objetos a los museos, puestoque es un proceso complicado. No todo lo que hoy se exhibeen cualquier museo, ha sido “bien habido”. La mayoría de losobjetos se obtienen por adquisición o donación transparente,pero en otros casos llegan producto de la rapiña, el engaño o delas guerras colonialistas. Incluso nosotros caemos en esto: observemoscon detención algunas plazas o preguntémonos sobreHans Holbein, “el joven”, que se encuentra en la National Galleryde Londres. Es un ejercicio que recomiendo vivamente amis alumnos.Chile no tiene grandes obras del patrimonio universal de lahumanidad, salvo algunos espacios naturales. Sin embargo,tenemos lo que es propiamente nuestro, que nos conecta connuestro pasado, que nos da memoria y significado al presente.Nuestros museos y calles hablan de pasados de abundancia, escasez,grandiosidades y miserabilidades. Observando nuestropatrimonio nacional con detenimiento, nos entenderemos mejory descubriremos que quizás no somos lo que creemos ser olo que nos han enseñado a creer. Un profesor de historia debeenseñar la verdad lo más objetivamente posible, sin interpretacionesnacionalistas o cosméticas. El estudio del patrimonio,nos da esa posibilidad.Incluso lo que ya no está, porque fue destruido para levantarun banco o un mall, algo nos dice. Saquen ustedes, amableslectores, sus propias conclusiones. ◊47

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!