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Artículo"Si no remediáis los males, aplaudiréis en vano esa justicia tanperita en reprimir el robo, puesto que tiene mas aparente quede útil y equitativa. Dejáis que se dé a los niños una pésimaeducación y que sus costumbres se corrompan ya desde losaños más tiernos y los castigáis al llegar a la virilidad por crímenesque su infancia ya hacía previsibles. ¿Qué otra cosa esesto sino hacerles ladrones y castigarles luego?" 24Ya comienza a augurarse lo que será la descripción de Utopía,cuyos ciudadanos son virtuosos porque han de gozar de espaciopara educarse y cultivar su espíritu, en la ausencia de propiedadprivada. Sin embargo, no ha de interpretarse a TomásMoro como marxista, puesto que si se desprecia la propiedadprivada es porque los negocios y la avaricia restan tiempo parala educación. No es la propiedad privada sino el deseo de adquirirmayores ganancias en desmedro de otras, lo que el autorconsidera más relevante, principalmente en el plano delcultivo espiritual. En definitiva, la cría de ovejas es un peligroen la medida que se destine más tierra para su cría y no paraotras actividades que son más productivas en virtud de la alimentación.Además, el compartir los bienes en oposición a lapropiedad privada se practicaba en Europa desde hace muchotiempo. Nos referimos a la vida monacal, que Moro admirabay practicaba en algunas de sus reglas, sin embargo, esta no es laúnica valoración de tal vida en su obra.Sobre las temáticas tratadas por Moro en Utopía, fueron estructuradasen base a los elementos religiosos que se vislumbran,más que en el análisis completo de la obra. Asimismo, el acercamientolo encontramos en el libro segundo. Nos centraremosaquí entonces, en cómo Utopía se hace cargo de la religión.En primer lugar, señalamos que en Utopía no existe una religiónoficial. El texto expresa claramente:Las religiones son diferentes, no solo en distintos lugares de laisla, sino en cada ciudad. Unos adoran como dios al Sol, otrosa la Luna o algún otro planeta; los hay que tienen no solo pordios, sino por dios supremo, a algún hombre que en lo pretéritose hizo ilustre por sus virtudes o por su gloria, pero la mayorparte, y son también los más prudentes, no a acepta a ningunode esos dioses y sí un solo Dios, desconocido, eterno, inmenso,inexplicable, por encima de la mente humana y que estádifundido por este universo no en extensión sino en poderío,y lo llaman Padre. Atribuyéndole el origen, desarrollo, mudanzay progreso de todas las cosas y solo a él le otorgan divinoshonores" 25Moro ingenió muy razonablemente, que el cristianismo enUtopía no era conocido hasta la llegada de Rafael Hytlodeo. Sinembargo, pese a las similitudes en torno a la concepción de ladivinidad suprema de la mayoría de los ciudadanos de la isla,24 Ibídem. Pág. 5925 Ibídem. Pág. 142fue una religión de rápido crecimiento.El personaje de Hytlodeo narró:"Después que les hubimos enseñado el nombre, la doctrina, lavida y los milagros de esto y la no menos admirable constanciade tantos mártires cuya sangre derramada voluntariamentehabía llevado a u fe tantas gentes, hasta en las regiones máslejanas, no podéis imaginaros los sentimientos de afecto conque se adhirieron a ella, bien por secreta inspiración de Dios,o porque les pareciese próxima a la herejía que predomina ensu país" 26Es evidente que aquello explica un similitud de un pueblo queno se ha cristianizado, pero que en cuya conformación idealha llegado a conclusiones similares con la religión del autor.En efecto, la Utopía de Moro, representa, como mencionamos,los anhelos del autor para una sociedad perfecta. Sin embargo,en un mismo aspecto aunque tangencial, hemos de detenernosen la valoración que tiene Moro por el martirio, camino que elmismo voluntariamente siguió. Prueba de aquello la encontramosen la biografía que su yerno, William Roper, escribió:"En ese tiempo antes de su tribulación, solía hablar con sumujer e hijos e las alegrías del cielo y de los sufrimientos deinfierno, de las vidas de los santos mártires , de sus terriblesmartirios, de su maravillosa paciencia, de su pasión y muerteque había preferido sufrir antes que ofender a Dios" 27Más aún, cuando es acusado de no prestar juramento frente alobispo de Canterbury, a Lord Canciller Cromwell y al Duquede Norfolk, Tomás Moro dijo: "Mis lores, estos terrores son argumentospara niños y no para mi" 28 Es evidente que TomásMoro estaba preparado para el camino que habría de tomar.Otro elemento a destacar presente en Utopía, es el aprecio queMoro tenía por la vida monacal, la cual se relaciona íntimamentecon la vida cotidiana de los utópicos. Hogares que soncambiados cada cuatro años para evitar el apego a la propiedad,comidas en comedores comunes o el desprecio al oro - que erausado por esclavos para identificar su estatus - son elementossimilares que Moro inmortaliza y valora en su obra:"Además, lo que, según creo, no fue de poca ayuda fue saberque Cristo se complacía en poner los bienes en común con susdiscípulos, costumbre que perdura en las más puras reunionescristianas." 29No es de sorprender tal valoración a las costumbres monás-26 Ibídem. Pág. 14327 ROPER, William. La vida de Sir Tomás Moro. Ed. EUNSA. Pamplona,2001 Pág. 4428 Ibídem. Pág. 5329 MORO, Tomás. Op. Cit. Pág. 14377

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