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plicacion que vale la pena. Si quieres, tomaré parte en<br />
este asunto.<br />
—Eso está muy bien, dijo Alcibiades interrumpiéndole,<br />
pero será para otra vez. Ahora es justo que Protágoras y<br />
Sócrates cumplan el trato que tienen hecho. Si Protágoras<br />
quiere interrogar, que Sócrates responda; y si<br />
quiere responder á su vez, que Sócrates interrogue.<br />
—Doy la elección á Protágoras, dije yo, y sólo falta<br />
saber qué es lo que prefiere. Si me cree, deberemos abandonar<br />
los poetas y la poesía. Te confieso, Protágoras, que<br />
tendría el mayor placer en profundizar contigo la primera<br />
cuestión que te propuse, porque, si continuáramos hablando<br />
de poesía, nos equipararíamos á los ignorantes y al vulgo.<br />
Cuando se convidan á comer los unos á los otros, como<br />
no son capaces de hablar entre sí de cosas que lo merezcan,<br />
ni alimentar la conversación, guardan silencio y<br />
alquilan voces para entretenerse, haciendo crecidos gastos,<br />
y de esta manera los cantantes y los tocadores de<br />
flauta suplen su ignorancia y su grosería. Pero cuando se<br />
reúnen á comer personas ilustradas y bien nacidas, no<br />
hacen venir ni cantantes, ni danzantes, ni tocadores de<br />
flauta, ni encuentran dificultad alguna en sostener por<br />
sí mismos una conversación animada sin estas miserias y<br />
vanos placeres; y así se hablan los unos á los otros y se<br />
escuchan recíprocamente con cortesía, en el acto mismo<br />
en que se excitan á apurar los vasos. Lo mismo debe suceder<br />
en esta asamblea, compuesta en su mayor parte de<br />
personas que no tienen necesidad de recurrir á voces extrañas,<br />
ni 4 los poetas, á quienes no se puede exigit que<br />
den razón de lo que dicen, y á los que la mayor parte de<br />
los que les citan, atribuyen unos un sentido, otros otro,<br />
sin que jamás puedan convencerse, ni ponerse de acuerdo.<br />
Hé aquí por qué los hombres entendidos tienen razón en<br />
abandonar estas disertaciones, y en conversar juntos,<br />
fundándose en sus propios razonamientos, para dar una<br />
Platón, Obras completas, edición de Patricio de Azcárate, tomo 2, Madrid 1871