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Patriarcas y Profetas por Elena White

Desde los tiempos prehistóricos, traza Patriarcas y Profetas el conflicto entre el bien y el mal y su alcance universal. Este libro responde de manera sucinta a las preguntas hirvientes sobre el amor, la naturaleza humana, maldiciones generacionales, bendiciones generacionales y el trayecto de la vida. Llevando al lector detrás de la cortina para penetrar los misterios del pasado que prefigura el futuro, el libro investiga a fondo los caracteres de los hombres y las mujeres nacidos en circunstancias sombrías y probados en crisoles de arduas a través del cual se revelan defectos trágicos y virtudes dignas. Repetidas veces, ha configurado la intervención sobrenatural de forma dinámica sus cursos, mientras que sus opciones, para mejor o para peor, hacen una huella imborrable en su descendencia y sus sociedades. Se distingue a las personas a la espera de una esperanza futura tenazmente abrazando las promesas de cambio de vida ...

Desde los tiempos prehistóricos, traza Patriarcas y Profetas el conflicto entre el bien y el mal y su alcance universal. Este libro responde de manera sucinta a las preguntas hirvientes sobre el amor, la naturaleza humana, maldiciones generacionales, bendiciones generacionales y el trayecto de la vida. Llevando al lector detrás de la cortina para penetrar los misterios del pasado que prefigura el futuro, el libro investiga a fondo los caracteres de los hombres y las mujeres nacidos en circunstancias sombrías y probados en crisoles de arduas a través del cual se revelan defectos trágicos y virtudes dignas. Repetidas veces, ha configurado la intervención sobrenatural de forma dinámica sus cursos, mientras que sus opciones, para mejor o para peor, hacen una huella imborrable en su descendencia y sus sociedades. Se distingue a las personas a la espera de una esperanza futura tenazmente abrazando las promesas de cambio de vida ...

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testimonio, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo; y tomaré del espíritu<br />

que está en ti, y pondré en ellos y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.<br />

El Señor permitió a Moisés que él mismo escociera lo hombres más fieles y eficientes para<br />

que compartieran la responsabilidad con él. La influencia de ellos serviría para refrenar la violencia<br />

del pueblo y reprimir la insurrección; no obstante, graves males resultarían eventualmente del<br />

ascenso de ellos. Nunca habrían sido escogidos si Moisés hubiera manifestado una fe<br />

correspondiente a las pruebas que había presenciado del poder y de la bondad de Dios. Pero había<br />

exagerado sus propios servicios y cargas, y casi había perdido de vista el hecho de que no era sino<br />

el instrumento <strong>por</strong> medio del cual Dios había obrado. No tenía excusa <strong>por</strong> haber participado, aun<br />

en mínimo grado, del espíritu de murmuración que era la maldición de Israel. Si hubiera confiado<br />

<strong>por</strong> completo en Dios, el Señor le habría guiado continuamente, y le habría dado fortaleza para<br />

toda emergencia.<br />

A Moisés se le dieron instrucciones para que preparara al pueblo para lo que Dios iba a<br />

hacer en su favor. "Santificaos para mañana, y comeréis carne: pues que habéis llorado en oídos<br />

de Jehová, diciendo: ¡Quién nos diera a comer carne! ¡cierto mejor nos iba en Egipto! Jehová,<br />

pues, os dará carne, y comeréis. No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni<br />

veinte días; sino hasta un mes de tiempo, hasta que os salga <strong>por</strong> las narices, y os sea en<br />

aborrecimiento: <strong>por</strong> cuanto menospreciasteis a Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis<br />

delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto?" "Seiscientos mil de a pie es el pueblo<br />

en medio del cual yo estoy--dijo Moisés;--y tú dices: Les daré carne, y comerán el tiempo de un<br />

mes. ¿Se han de degollar para ellos ovejas y bueyes que les basten? ¿o se juntarán para ellos todos<br />

los peces de la mar para que tengan abasto?" Dios le reprendió así <strong>por</strong> su falta de confianza: "¿Hase<br />

acortado la mano de Jehová? ahora verás si te sucede mi dicho, o no." Moisés repitió al pueblo las<br />

palabras del Señor, y le anunció el nombramiento de los setenta ancianos. Las instrucciones que<br />

el gran jefe les dio a estos hombres escogidos podrían muy bien servir como modelo de integridad<br />

judicial para los jueces y legisladores de los tiempos modernos: "Oíd entre vuestros hermanos y<br />

juzgad justamente entre el hombre y su hermano, y el que le es extranjero. No tengáis respeto de<br />

personas en el juicio: así al pequeño como el grande oiréis: no tendréis temor de ninguno, <strong>por</strong>que<br />

el juicio es de Dios." (Deut. 1: 16, 17.)<br />

Luego Moisés hizo comparecer a los setenta ante el tabernáculo. "Entonces Jehová<br />

descendió en la nube, y hablóle; y tomó del espíritu que estaba en él, y púsolo en los setenta varones<br />

ancianos; y fue que, cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron." Como los<br />

discípulos en el día de Pentecostés, fueron "investidos de potencia de lo alto." (Luc 24: 49.) Plugo<br />

al Señor prepararlos así para su obra, y honrar los en presencia del pueblo, para que se estableciera<br />

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