30.09.2016 Views

Patriarcas y Profetas por Elena White

Desde los tiempos prehistóricos, traza Patriarcas y Profetas el conflicto entre el bien y el mal y su alcance universal. Este libro responde de manera sucinta a las preguntas hirvientes sobre el amor, la naturaleza humana, maldiciones generacionales, bendiciones generacionales y el trayecto de la vida. Llevando al lector detrás de la cortina para penetrar los misterios del pasado que prefigura el futuro, el libro investiga a fondo los caracteres de los hombres y las mujeres nacidos en circunstancias sombrías y probados en crisoles de arduas a través del cual se revelan defectos trágicos y virtudes dignas. Repetidas veces, ha configurado la intervención sobrenatural de forma dinámica sus cursos, mientras que sus opciones, para mejor o para peor, hacen una huella imborrable en su descendencia y sus sociedades. Se distingue a las personas a la espera de una esperanza futura tenazmente abrazando las promesas de cambio de vida ...

Desde los tiempos prehistóricos, traza Patriarcas y Profetas el conflicto entre el bien y el mal y su alcance universal. Este libro responde de manera sucinta a las preguntas hirvientes sobre el amor, la naturaleza humana, maldiciones generacionales, bendiciones generacionales y el trayecto de la vida. Llevando al lector detrás de la cortina para penetrar los misterios del pasado que prefigura el futuro, el libro investiga a fondo los caracteres de los hombres y las mujeres nacidos en circunstancias sombrías y probados en crisoles de arduas a través del cual se revelan defectos trágicos y virtudes dignas. Repetidas veces, ha configurado la intervención sobrenatural de forma dinámica sus cursos, mientras que sus opciones, para mejor o para peor, hacen una huella imborrable en su descendencia y sus sociedades. Se distingue a las personas a la espera de una esperanza futura tenazmente abrazando las promesas de cambio de vida ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

mal lugar? No es lugar de sementera, de higueras, de viñas, ni granadas: ni aun de agua para beber."<br />

Los jefes fueron a la puerta del tabernáculo, y se postraron. Nuevamente "la gloria de Jehová<br />

apareció sobre ellos," y Moisés recibió la orden: "Toma la vara, y reúne la congregación, tú y<br />

Aarón tu hermano, y hablad a la peña en ojos de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás agua de la<br />

peña."<br />

Los dos hermanos se presentaron ante el pueblo, llevando Moisés la vara de Dios en la<br />

mano. Ambos eran ya hombres muy ancianos. Habían sobrellevado mucho tiempo la rebelión y la<br />

testarudez de Israel; pero ahora <strong>por</strong> último aun la paciencia de Moisés se agotó. "Oíd ahora,<br />

rebeldes - exclamó: -¿os hemos de hacer salir aguas de esta peña?" Y en vez de hablar a la roca,<br />

como Dios le había mandado, la hirió dos veces con la vara. El agua brotó en abundancia para<br />

satisfacer a la hueste. Pero se había cometido un gran agravio. Moisés había hablado, movido <strong>por</strong><br />

la irritación; sus palabras expresaban la pasión humana más bien que una santa indignación <strong>por</strong>que<br />

Dios había sido deshonrado. "Oíd ahora, rebeldes," había dicho. La acusación era veraz, pero ni<br />

aun la verdad debe decirse apasionada o impacientemente. Cuando Dios le había mandado a<br />

Moisés que acusara a los israelitas de rebelión, las palabras habían sido dolorosas para él y difíciles<br />

de so<strong>por</strong>tar para ellos; sin embargo, Dios le había sostenido a él para dar el mensaje.<br />

Pero cuando se arrogó la responsabilidad de acusarlos, contristó al Espíritu de Dios y sólo<br />

le hizo daño al pueblo. Evidenció su falta de paciencia y de dominio propio. Así dio al pueblo<br />

o<strong>por</strong>tunidad de dudar de que sus procedimientos anteriores hubieran sido dirigidos <strong>por</strong> Dios, y de<br />

excusar sus propios pecados. Tanto Moisés como los hijos de Israel habían ofendido a Dios. Su<br />

conducta, dijeron ellos, había merecido desde un principio crítica y censura. Ahora habían<br />

encontrado el pretexto que deseaban para rechazar todas las reprensiones que Dios les había<br />

mandado <strong>por</strong> medio de su siervo. Moisés demostró que desconfiaba de Dios. "¿Os hemos de hacer<br />

salir aguas de esta peña?" preguntó él, como si el Señor no fuera a cumplir lo que había prometido.<br />

"No creísteis en mí, para santificarme en ojos de Israel," dijo el Señor a los dos hermanos.<br />

Cuando el agua dejó de fluir y al oír las murmuraciones y la rebelión del pueblo, vaciló la fe de<br />

ambos en el cumplimiento de las promesas de Dios. La primera generación había sido condenada<br />

a perecer en el desierto a causa de su incredulidad; pero se veía el mismo espíritu en sus hijos.<br />

¿Dejarían éstos también de recibir la promesa? Cansados y desalentados, Moisés y Aarón no<br />

habían hecho esfuerzo alguno para detener la corriente del sentimiento popular. Si ellos mismos<br />

hubiesen manifestado una fe firme en Dios, habrían podido presentar el asunto al pueblo en forma<br />

tal que lo hubiera capacitado para so<strong>por</strong>tar esta prueba. Por el ejercicio rápido y decisivo de la<br />

autoridad que se les había otorgado como magistrados, habrían sofocado la murmuración. Era su<br />

deber hacer todo lo que estuviese a su alcance <strong>por</strong> crear un estado mejor de cosas entre el pueblo<br />

296

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!