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El modelo chileno es un verdadero laboratorio<br />
de profundización de políticas de<br />
mercado, que lo convierte en un campo<br />
de estudio con gran riqueza debido a su<br />
singularidad, en varios aspectos. Uno de<br />
ellos es la elección de escuelas por parte<br />
de las familias bajo este sistema, asunto<br />
que en Chile se encuentra en una etapa<br />
inicial de investigación.<br />
En la investigación realizada sobre la implementación<br />
en distintos grados del modelo<br />
de mercado en educación en algunos<br />
países, especialmente del mundo anglo,<br />
encontramos antecedentes sobre los factores<br />
que intervienen en la elección del<br />
establecimiento educacional que realizan<br />
las familias. Esta discusión tiene componentes<br />
referidos a la ciencia política y la<br />
filosofía política, ya que aborda la tensión<br />
entre los valores de la libertad e igualdad.<br />
Lo anterior refleja la oposición entre la<br />
lógica del mercado como materialización<br />
de la igualdad y la consideración del derecho<br />
a la educación como bien público<br />
(Bellei, 2012).<br />
Desde la economía y la sociología de la<br />
educación se han estudiado los efectos en<br />
calidad y equidad educativa producidos<br />
en los modelos de educación de mercado<br />
(Carnoy & Mcewan, 2003; Gorard, Fitz, &<br />
Taylor, 2001; McEwan, 2001; Schneider,<br />
Schiller, & Coleman, 1995). Sin embargo,<br />
la mayor parte de la investigación se ha<br />
desarrollado en EEUU e Inglaterra. Sus<br />
principales resultados dan cuenta de<br />
distintas formas de realizar la elección<br />
de una escuela. Una de las opciones es<br />
la relacionada con la clase social de las<br />
familias, obteniéndose que solo algunos<br />
sectores de la población con mayor capital<br />
cultural e información realizan una<br />
elección racional, que optimiza el beneficio<br />
en función de las posibilidades disponibles,<br />
mientras que los estratos bajos<br />
privilegian aspectos más prácticos, como<br />
cercanía. Por otra parte, en Nueva Zelanda<br />
y Francia existiría una tendencia de los<br />
grupos medios a evitar el contacto con<br />
sectores bajos (Bellei, 2012).<br />
En el contexto latinoamericano, Cecilia<br />
Veleda ha investigado sobre la elección de<br />
escuelas en la provincia de Buenos Aires<br />
por parte de estratos medios y bajos. La<br />
acción de los padres tiene como propósito<br />
evitar que sus hijos se expongan a situaciones<br />
de violencia, para lo cual excluyen<br />
escuelas donde asisten niños marginales<br />
o provenientes de familias con costumbres<br />
impropias, como uso excesivo de<br />
garabatos, golpes y agresiones. Según la<br />
autora esto reflejaría una identidad social<br />
que se construye desde la negación de la<br />
pobreza y la necesidad de una diferenciación<br />
moral (Veleda, 2003).<br />
La investigación en este campo en Chile<br />
se encuentra en una etapa inicial y corresponde,<br />
principalmente, a una línea<br />
de trabajo que ha utilizado encuestas y<br />
conductas observadas en la elección de<br />
los establecimientos. Estos estudios presentan<br />
resultados que tienen poca consistencia,<br />
señalando que la calidad y el<br />
Simce son factores de gran importancia al<br />
momento de elegir (Gallego y Hernand,<br />
2009; Sapelli y Torche, 2012), y por otra<br />
parte, muestran resultados opuestos que<br />
arrojan que el Simce y la calidad no son<br />
un factor relevante (Elacqua y Fábrega,<br />
2006). Este último estudio mostró que los<br />
padres no conocían el Simce de la escuela<br />
que habían elegido, pese a que lo declaraban<br />
como factor de decisión y la información<br />
que efectivamente utilizaban<br />
correspondía a nivel socioeconómico y<br />
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