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venden distinciones sociales e identidad,<br />
aspectos centrales en el proceso de construcción<br />
de la subjetividad en un momento<br />
histórico, donde este fenómeno se juega<br />
más bien en un plano personal, a raíz<br />
de la pérdida de protagonismo del estado-nación<br />
y las identidades nacionales en<br />
la construcción de identidades colectivas<br />
(Bauman, 2010).<br />
El sentido más fuerte que aparece en el<br />
discurso de los apoderados es el de la búsqueda<br />
de una comunidad educativa, que<br />
posea una visión similar a la que familia<br />
tiene de sí misma. Inclinándose por establecimientos<br />
donde el perfil social de estudiantes<br />
y familias sean análogos al de la<br />
familia que elige. Existe un complejo juicio<br />
sobre lo que se desea para los hijos en<br />
términos de costumbres y formas de vida,<br />
estableciéndose la distinción socio-moral<br />
entre gente de “buen vivir” y gente con<br />
“malas costumbres”, percepciones que se<br />
asocian a conductas delictuales.<br />
Existe una percepción predominante en<br />
las familias participantes, acerca de que<br />
la calidad educativa no está a su alcance,<br />
por costo y selectividad y que la selección<br />
de alumnos que realizan los colegios exigentes,<br />
de buena calidad 10 , los excluye a<br />
ellos, por lo que no es considerada como<br />
una opción para las familias. Por ello, su<br />
aspiración se circunscribe en primera instancia<br />
a una carrera técnica para los hijos<br />
y las carreras universitarias solo son consideradas<br />
frente a una capacidad evidente<br />
de los hijos por llegar a la universidad. En<br />
tal sentido, las universidades selectivas<br />
(aquellas que exigen altas calificaciones<br />
en el sistema escolar y altos puntajes en<br />
la prueba de selección universitaria) nunca<br />
son mencionadas como una opción,<br />
estando fuera de las posibilidades de las<br />
familias. Así, lo que se proyecta es una<br />
trayectoria educativa poco demandante<br />
para el hijo.<br />
Las familias no eligen el colegio de sus<br />
hijos considerando de manera relevante<br />
aspectos referidos a calidad, sea medida<br />
en indicadores o reflejadas en otros aspectos.<br />
En la mayoría de los casos, no existe<br />
un deseo ni acciones que muestren un<br />
interés o ideal de subir en la escala social;<br />
esto implica que las familias no consideran<br />
preponderantemente a la educación<br />
como herramienta de movilidad social<br />
(por lo menos a la institución escuela),<br />
sino que ven en ella una posibilidad de<br />
diferenciación social, al evitar el contacto<br />
con otros distintos y buscar a quienes<br />
comparten características similares al<br />
grupo de referencia.<br />
10<br />
Particulares de alto costo y municipales emblemáticos “nacionales” o “comunales”.<br />
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