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VALENTINA SOFÍA ORTIZ SAINI<br />
Esto evidenció para la región un 2,47% de<br />
personas en situación de pobreza extrema,<br />
frente al 1,55% señalado oficialmente<br />
por la CASEN 2011, una diferencia de 918<br />
personas. Mientras que en el caso de los<br />
pobres no extremos, se muestra una diferencia<br />
de un 4,29% entre la cifra oficial<br />
y la nueva cifra propuesta (traducido en<br />
4.274 personas). Resultando finalmente<br />
5.192 personas (5,21%) mal clasificadas,<br />
consideradas como “no pobres”, cuando<br />
debiesen haber clasificado como “pobres”<br />
o “pobres extremos” considerando los<br />
costos de vida locales. De esta manera la<br />
pobreza regional pasó de un 9,8% (9.740<br />
personas) reportado oficialmente en<br />
CASEN 2011 a un 15% (14.932 personas)<br />
reestimado en este estudio, lo que constituye<br />
una cifra importante si se considera<br />
la baja cantidad de población de la<br />
región. De esta manera resulta relevante<br />
asumir los costos de vida regionales para<br />
mejorar el cálculo de la pobreza por ingresos,<br />
ya que este cambio porcentual<br />
demostró que es posible la exclusión de<br />
personas en el acceso a determinados<br />
programas sociales, debido a la clasificación<br />
obtenida.<br />
Por otro lado, el análisis territorial en<br />
este estudio fue orientado a ampliar la<br />
comprensión de la pobreza, mediante la<br />
consideración de las características del<br />
entorno, los rasgos económicos, sociales<br />
y sus repercusiones territoriales, así como<br />
el análisis de la percepción de las perso-<br />
nas consultadas, en base a los propios<br />
parámetros que los ayseninos tienen en<br />
relación a lo percibido o entendido como<br />
pobreza. Este tipo de análisis es parte sustancial<br />
en los diagnósticos locales de pobreza,<br />
que indican posibles factores que<br />
inciden en su persistencia.<br />
La cartografía participativa permitió reflexionar<br />
si la distancia o cercanía geográfica<br />
provoca una asociación en la percepción<br />
de la gente respecto al acceso a más<br />
o menos recursos y hacia condiciones de<br />
vulnerabilidad. Este punto resulta relevante<br />
al momento de diseñar políticas<br />
sociales, ya que la percepción que los habitantes<br />
poseen de su entorno, proporciona<br />
un primer acercamiento a las posibles<br />
áreas más prioritarias para generar mecanismos<br />
o procesos de desarrollo más<br />
pertinentes.<br />
Los principales hallazgos resultantes de la<br />
realización de las cartografías participativas,<br />
fueron que las localidades percibidas<br />
con mayor pobreza correspondieron<br />
a Balmaceda, El Blanco, Ñireguao y Villa<br />
Ortega. Las localidades son las más distantes<br />
de la capital regional y registran<br />
el mayor costo de vida promedio. A su<br />
vez, la localidad que en mayor medida se<br />
auto identificó en situación de pobreza<br />
fue Balmaceda, donde casi la mitad de los<br />
encuestados, manifestó ser habitante de<br />
una zona de bajos recursos y bajas oportunidades<br />
de empleabilidad:<br />
“antes balmaceda era solo un paso fronterizo con argentina, hoy no somos<br />
ni siquiera eso. la llegada del aeropuerto ha salvado, pero no ha curado la<br />
pobreza”<br />
(Poblador rural)<br />
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