BORREGOdermund
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BORREGO : Derrota mundial<br />
futuro de Francia depende de la tenacidad de ustedes... ¡Afiáncense con firmeza al<br />
suelo de Francia!»<br />
Pero mayor era aún la firmeza de los atacantes. El Alto Mando Alemán anunció<br />
poco después: «La línea Weygand fue rota en toda su extensión y profundidad». Era<br />
ésta la alborada de la victoria. División tras división se precipitó entonces por las<br />
brechas hacia el corazón de Francia.<br />
Reynaud (Primer Ministro de Francia) había telefoneado el 5 de junio a<br />
Roosevelt para pedirle premiosamente más cañones y aeroplanos. Aunque Roosevelt<br />
carecía de facultades para hacer que Estados Unidos interviniera en una guerra ajena,<br />
ordenó que le fueran enviados. El consejo supremo del Rito Escocés acababa de<br />
reunirse en Washington (31 de mayo) y había acordado que el país debería intervenir<br />
cuanto antes en la guerra. Y el 10 de junio, en un esfuerzo desesperado por apuntalar<br />
el frente antigermano, Roosevelt exhortó a los franceses a desplegar «un valeroso<br />
esfuerzo» y prometió: «Pondremos a la disposición de los enemigos de la violencia las<br />
fuentes de ayuda material de esta nación y activaremos al mismo tiempo los recursos<br />
de estas fuentes».<br />
Ese mismo día Weygand volvió a exhortar a sus tropas<br />
«para que no solamente desplieguen más valor, sino la más obstinada<br />
resistencia, iniciativa y espíritu de lucha de que son capaces. El enemigo ha<br />
sufrido fuertes pérdidas; pronto habrá de terminar su esfuerzo. Hemos llegado<br />
al último cuarto de hora. ¡Sosténganse!»<br />
El día 13 Roosevelt volvió a intervenir y cablegrafió a Reynaud que:<br />
«mientras los gobiernos aliados continúen resistiendo, este gobierno redoblará<br />
sus esfuerzos para mandarles aeroplanos, artillería y municiones».<br />
Pero al día siguiente cayó París.<br />
(Rota la Línea Weygand, la infantería alemana se precipitó por las brechas...<br />
Entre tanto, el comandante francés decía a sus tropas: «Hemos llegado al último<br />
cuarto de hora. ¡Sosténganse!»)<br />
El desmoronamiento de Francia era ya incontenible. La batalla iniciada el día 5<br />
en el río Somme degeneraba ya el día 15 en una general persecución. Tan sólo una<br />
división blindada alemana, la 7a. de Rommel, capturó 97,000 prisioneros, incluyendo<br />
un comandante de Cuerpo de Ejército y 4 comandantes de división, y destruyó y<br />
capturó 456 tanques y 4,400 vehículos.<br />
Reynaud fue depuesto y sustituido por el Mariscal Petain, quien el día 20<br />
anunció qué había solicitado el armisticio por conducto de España<br />
«porque la situación militar no respondía a nuestras esperanzas después del<br />
fracaso sufrido en las líneas sobre los ríos Somme y Aisne... Saquemos la lección<br />
de la batalla perdida —añadió—. Desde el comienzo de la guerra la tendencia a<br />
divertirse era mayor que la disposición para el sacrificio. Se quiso evitar<br />
cualquier esfuerzo. Hoy tenemos la desgracia. Estuve con ustedes en los días de<br />
gloria y permaneceré con ustedes también en estos días funestos».<br />
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