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BORREGOdermund

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BORREGO : Derrota mundial<br />

Inglaterra. Y también juzga absurda la indignación con que Churchill se refería a la<br />

«tiranía nazi», al mismo tiempo que cortejaba a la tiranía bolchevique, mil veces<br />

peor. («Odio Incondicional». Cap. R. Grenfell).<br />

Una y otra vez era evidente que Alemania no quería conflicto con Inglaterra. En<br />

cambio lo quería y lo buscaba específicamente con la URSS. Von Ribbentrop tuvo la<br />

oportunidad de ser Ministro de Relaciones antes de ser Embajador de Alemania en<br />

Londres, pero le pidió a Hitler este último puesto a fin de hacer esfuerzos personales<br />

para estrechar la amistad con los británicos.<br />

Churchill así lo admite en sus Memorias y lo refiere con las siguientes palabras<br />

textuales:<br />

«Cierto día en 1937 —dos años antes de que se iniciara la guerra— tuve una<br />

entrevista con Von Ribbentrop, Embajador de Alemania en Inglaterra. La<br />

conversación duró más de una hora. Ribbentrop era sumamente cortés. La parte<br />

medular de su declaración fue que Alemania buscaba la amistad de Inglaterra.<br />

Dijo que pudo haber sido Ministro de Negocios Extranjeros en Alemania, pero<br />

que había pedido a Hitler que le permitiera venir a Londres a fin de presentar el<br />

caso completo a favor de una "entente" y hasta de una alianza anglo-germana.<br />

Alemania respaldaría al Imperio Británico en toda su grandeza y extensión.<br />

Posiblemente pediría la devolución de las colonias alemanas, pero eso<br />

evidentemente no era un punto cardinal. Lo que se requería era que la Gran<br />

Bretaña diera a Alemania manos libres en el oriente de Europa... La Rusia<br />

Blanca y la Ucrania eran indispensables para la vida futura del Reich alemán,<br />

con más de 70 millones de almas. Nada menos se consideraría suficiente. Todo<br />

lo que se pedía de la Comunidad Británica de Naciones y del Imperio en general<br />

era una actitud de no intervención».<br />

Una vez más quedó así expuesta la más grave y fundamental decisión de Hitler y<br />

de Alemania: atacar a la URSS y arrebatarle la Rusia Blanca y Ucrania para que<br />

Alemania —miembro clave de la civilización occidental— creciera a costa del Oriente<br />

y no del Occidente.<br />

Churchill dejó una vez más a Hitler con la mano tendida. Su respuesta fue la<br />

siguiente, según lo dice en sus Memorias:<br />

«Le dije sin vacilar, que estaba seguro de que el Gobierno británico no<br />

convendría en dar a Alemania libertad de acción en la Europa Oriental. Era<br />

verdad que nos hallábamos en malos términos con la Rusia soviética y que<br />

aborrecíamos al bolchevismo tanto como Hitler mismo, pero podía estar seguro<br />

de, que aun cuando Francia quedaba salvaguardada, la Gran Bretaña nunca se<br />

desinteresaría de la suerte del Continente hasta un extremo que permitiera a<br />

Alemania ganar la dominación de la Europa Central y Oriental...<br />

»No estime usted a Inglaterra en menos de lo que vale. Tiene mucha<br />

habilidad. Si nos hunden ustedes en otra guerra, hará que el mundo entero se<br />

ponga contra Alemania, como la última vez. Al oír esto, el embajador se puso de<br />

pie muy acalorado y dijo: Inglaterra podrá ser muy hábil, pero en esta ocasión<br />

no colocará al mundo contra Alemania».<br />

En este punto Ribbentrop estaba equivocado.<br />

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