BORREGOdermund
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BORREGO : Derrota mundial<br />
Inesperadamente el día 28 Inglaterra le aconsejó a Alemania que entablara<br />
negociaciones con Polonia. Hitler repuso que las negociaciones habían sido<br />
interrumpidas en julio con la movilización polaca y que todas las propuestas<br />
alemanas para un arreglo habían sido desoídas. Sin embargo, Hitler agregó que<br />
Alemania estaba en la mejor disposición de aceptar la mediación británica:<br />
«El Gobierno del Reich quiere dar con ello al Gobierno de Su Majestad<br />
británica y al pueblo inglés una prueba de la sinceridad del propósito alemán de<br />
llegar a una amistad duradera con la Gran Bretaña. En estas condiciones está,<br />
por consiguiente, conforme el Gobierno del Reich en aceptar la propuesta<br />
mediación del Gobierno de Su Majestad para enviar a Berlín una personalidad<br />
polaca provista de plenos poderes. Espera que dicha personalidad llegue el<br />
miércoles 30 de agosto de 1939».<br />
Pero el miércoles 30 de agosto, a las 4.30 de la tarde, en vez del negociador<br />
pacífico llegó la noticia de que Polonia acababa de decretar la movilización general.<br />
Además, Inglaterra se retractó de su ofrecimiento de mediadora y comunicó que no<br />
podía recomendarle a Polonia el envío de un representante. Hitler entregó entonces<br />
al embajador británico, Henderson, las proposiciones que había preparado para ese<br />
negociador polaco que no llegó. Consistían, fundamentalmente, en la construcción de<br />
una carretera y un ferrocarril que unieran a Prusia, a través del territorio alemán<br />
anexado a Polonia en la primera guerra mundial.<br />
A las 6.30 de la tarde del 31 de agosto el Embajador polaco se presentó en la<br />
Cancillería del Reich, pero sin poderes para negociar. A las 21 horas Alemania<br />
comunicó a Inglaterra que la mediación británica del día 28 había sido aceptada, que<br />
Alemania había estado esperando al plenipotenciario y que éste no había llegado. En<br />
consecuencia, consideraba que también en esta ocasión habían sido prácticamente<br />
rechazados sus propósitos de llegar a un arreglo pacífico.<br />
A las 23 horas de ese mismo día 31 de agosto la radio polaca anunciaba: «La<br />
respuesta ha sido las disposiciones militares tomadas por el Gobierno polaco».<br />
HABLANDO EL MISMON LENGUAJE DE LAS ARMAS<br />
En la azulosa claridad del amanecer del día siguiente, 44 divisiones alemanas se<br />
desbordaron en una aurora de fuego sobre la frontera polaca. 36 divisiones polacas,<br />
enardecidas de orgullo y alentadas por el prometido apoyo militar de las potencias<br />
occidentales, les salieron al encuentro. Un millón doscientos mil hombres chocaron<br />
en la mortal aventura de la guerra[1].<br />
Hitler habló ese día:<br />
«Una cosa es, empero, imposible: exigir que se solucione por medio de la<br />
revisión pacífica una situación insostenible, y a la vez negarse tercamente a toda<br />
revisión pacífica... Me he decidido a hablar con Po-lonia el mismo lenguaje que<br />
Polonia emplea con nosotros hace meses. Yo he prometido solemnemente, y lo<br />
repito ahora, que nosotros no exigimos nada de esas potencias occidentales, ni<br />
lo exigiremos nunca. Yo he manifestado palmariamente que los límites entre<br />
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