BORREGOdermund
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BORREGO : Derrota mundial<br />
Petain estaba así coincidiendo con un augurio del filósofo Scnubart, quien años<br />
antes de la guerra había dicho que el pueblo francés se hallaba en peligro por su<br />
inclinación a los placeres temporales: «Quien no quiere más que gozar de la vida no<br />
triunfará de ella». Sin embargo, otro importante factor que debilitó también la<br />
resistencia fue que a los franceses se les empujó a una guerra no deseada. La<br />
enemistad entre Hitler y Stalin, y el forcejeo del primero por abrirse paso a través de<br />
Polonia, era un asunto lejano que en nada afectaba la integridad de Francia.<br />
Churchill y Roosevelt se esforzaban por convencer a Petain para que<br />
abandonara al pueblo a su suerte, se trasladara a África y continuara la lucha. Pero<br />
Petain no se dejó persuadir «Si no he podido ser su espada —dijo a los suyos—, seré<br />
su escudo», y se quedó con ellos a procurar que las condiciones del armisticio fueran<br />
lo más benignas posible. Consiguió muchísimo para su pueblo, pero este rasgo no se<br />
lo perdonaron jamás los estadistas de Occidente. Ciertamente la guerra no se había<br />
iniciado atendiendo a los intereses del pueblo francés, y quien se detuviera a<br />
reflexionar en ellos traicionaba automáticamente la secreta causa internacional.<br />
Posteriormente Petain iba a pagar con prisión perpetua su lealtad al pueblo francés y<br />
su temporal deslealtad a las miras internacionales de la guerra.<br />
La aventura bélica a la cual fue lanzada Francia a fin de evitar que Alemania se<br />
abriera paso a través de Polonia para su lucha contra la URSS, se epilogó en el<br />
armisticio firmado en el bosque de Compiegne, en el mismo carro de ferrocarril<br />
donde 22 años antes Inglaterra, Francia y Estados Unidos habían dictado el<br />
armisticio a Alemania. Hitler estuvo presente en la ceremonia cuando fueron<br />
recibidos los representantes franceses encabezados por el general Huntziger.<br />
Contrastando con la ceremonia del armisticio de 1918, en la cual los representantes<br />
alemanes saludaron y no obtuvieron respuesta, ni ninguno de los presentes se puso<br />
de pie para recibirlos, Hitler sí se paró al entrar la delegación francesa. Hicieron lo<br />
mismo el general Keitel, jefe del Alto Mando Alemán, y el general Brauchitsch,<br />
comandante del ejército. A continuación se dio lectura a una declaración a nombre<br />
del Fuehrer, en que se hacía constar que Francia había presentado una resistencia<br />
heroica y que «por lo tanto, Alemania no tiene la intención de dar a las condiciones<br />
del armisticio o a las negociaciones sobre dicho armisticio rasgos de insultos frente a<br />
un adversario tan valiente». Se agregaba que el único propósito de Alemania era<br />
terminar el conflicto con la Gran Bretaña y restablecer la paz en Europa.<br />
Después de esos conceptos que abrían a Francia las puertas de la reconciliación,<br />
Alemania habló con hechos y por tanto en las condiciones del armisticio no pidió<br />
territorio francés, ni colonias francesas y ni siquiera la flota francesa. La condición<br />
más dura, pero ineludible, consistía en ocupar temporalmente la costa de Francia,<br />
mientras se resolvía la guerra con el Imperio Británico. No ocuparla habría equivalido<br />
a dejar las puertas abiertas para que los ingleses regresaran.<br />
Contrastando también con el armisticio de la primera guerra, se permitió a la<br />
delegación francesa que se comunicara telefónicamente con su gobierno. Veintidós<br />
años antes se había puesto a los representantes alemanes en la disyuntiva de<br />
contestar «sí» o «no» a las condiciones, sin opción de consultar.<br />
Con todas estas diferencias, en momentos en que los vencedores podían haber<br />
hecho gala de altanería y venganza, Hitler estaba demostrando una vez más que no<br />
abrigaba ningún sentimiento de enemistad hacia los países occidentales. Las<br />
negociaciones del armisticio, que estuvieron muy lejos de ser una democrática<br />
«rendición incondicional», terminaron el 22 de junio y las hostilidades cesaron a la<br />
1.35 del día 24. La ceremonia final se desarrolló de la siguiente manera:<br />
«En todas las caras se refleja la seriedad y la grandeza de esta hora. Los<br />
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