Promoción de la Salud en las Américas - Universidad Veracruzana

oportunidades disponibles, dentro y fuera de la comunidad educativa, la educación formal y
no formal y métodos tradicionales o alternativos, para poner en marcha procesos de
educación para la salud; fortalecen la capacidad de los estudiantes (empoderamiento) para
transformar las condiciones que determinan la salud; promueven la interacción entre
escuelas, comunidades, padres de familia y servicios de salud locales; y promueven el
desarrollo y la conservación de espacios escolares saludables.
Ochenta y ocho por ciento de los países latinoamericanos incluye la educación para la salud
como un elemento transversal en sus planes de estudio (Ippolito-Shepherd, 2005). Los temas
cubiertos en las actividades de educación para la salud incluyen las adicciones (94%), la
higiene personal, la salud sexual y reproductiva, la educación física y los deportes (88%), el
VIH y el sida, los alimentos, la nutrición y el uso de los servicios de salud (82%) y la
autoestima, las inmunizaciones, el manejo de basuras y las habilidades para la vida (70%).
La mayoría de países latinoamericanos incluyen el ejercicio físico y la recreación.
La educación en Habilidades para la Vida constituye una herramienta valiosa para seguir
apoyando los procesos escolares de educación para la salud con enfoque integral. Hoy en día,
México, Costa Rica, Colombia, Chile y Argentina tienen proyectos en curso que están
aportando experiencias y lecciones extremadamente valiosas en la aplicación de este
enfoque.
El propósito principal de la educación en Habilidades para la Vida es el desarrollo y
fortalecimiento de un grupo genérico de habilidades psicosociales que pueden aplicarse en
una amplia variedad de situaciones diarias, como el autoconocimiento, la comunicación
efectiva (asertiva), la empatía, las relaciones interpersonales, la toma de decisiones, la
solución de problemas, el pensamiento creativo, el pensamiento crítico, el manejo de
emociones y sentimientos, y el manejo de las tensiones y el estrés (WHO,1999). Algunas de
las características personales que se han identificado en niños resilientes pueden desarrollarse
o fortalecerse mediante la educación en Habilidades para la Vida en las escuelas(OPS/OMS,
2000). La alfabetización en salud también puede contribuir a los objetivos de la promoción
de la salud y la prevención de enfermedades en las diversas etapas del ciclo de desarrollo.
El diseño y desarrollo de un programa integral de educación para la salud requiere la
valoración de necesidades, el desarrollo del plan de estudios, la preparación del material
educativo, la educación, capacitación y actualización de maestros, la investigación, la
monitorización y evaluación, y la difusión de la información (Ippolito-Shepherd et al.,
2002c). Estos programas deben hacer parte de un currículo escolar basado en las prioridades
de salud pública nacional, regional y local.
La creación y el mantenimiento de entornos escolares saludables y de áreas circundantes, que
es el segundo componente de la Iniciativa, involucra dimensiones y factores físicos y
psicosociales. Como el entorno físico es donde tienen lugar la enseñanza y el aprendizaje,
debe garantizar un mínimo de condiciones de seguridad y saneamiento ambiental favorable
para la salud, el bienestar y el desarrollo del máximo potencial de los niños y otros miembros
de la comunidad educativa (WHO,1997).La dimensión psicosocial aborda el clima de
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