Promoción de la Salud en las Américas - Universidad Veracruzana

alfabetismo, esfuerzos especiales deben hacerse para comunicarse con esos grupos acerca de
la política pertinente.
La conferencia enfatiza la necesidad de evaluar el impacto de la política. Sistemas de
información sanitaria que apoyan este proceso deben desarrollarse. Esto da fundamentos para
la toma de decisiones y la asignación futura de los recursos para la ejecución de las políticas
públicas saludables.
Moviéndonos más allá de la atención de salud
La política pública saludable responde a los retos en la salud fijados por un mundo cada vez
más dinámico y tecnológicamente en evolución, con interacciones ecológicas complejas y las
interdependencias internacionales crecientes. Muchas de las consecuencias para salud de
estos retos no pueden ser remediados por la presente y previsible atención de salud. Los
esfuerzos de promoción de la salud son esenciales y requieren de un método integrado del
desarrollo social y económico que restablecerá las conexiones entre la salud y reforma social,
que las políticas del último decenio de la OMS han abordado como un principio básico.
Socios en el proceso de política
El gobierno desempeña un papel importante en la salud, pero la salud también es
influenciada enormemente por los intereses institucionales y empresariales, los organismos
no gubernamentales y las organizaciones comunitarias. El potencial de estas organizaciones
debe utilizarse para preservar y promover la salud de las personas. Los sindicatos, el
comercio y la industria, las asociaciones académicas y los líderes religiosos tienen muchas
oportunidades de actuar por los beneficios de salud de la comunidad entera. Nuevas alianzas
deben forjarse para proporcionar el impulso para la acción en salud.
Áreas de acción
La conferencia identificó cuatro áreas clave como prioridades en la política pública saludable
para la acción inmediata:
Apoyar la salud de las mujeres
Las mujeres son los promotores primarios de salud en todo el mundo, y la mayoría de su
trabajo se realiza sin pago de un sueldo o jornal mínimo. Las redes y las organizaciones de
las mujeres pueden servir como modelos para el proceso de organización, planificación y
ejecución de la promoción de la salud. Las redes de las mujeres deben recibir más
reconocimiento y apoyo de los decisores políticos y las instituciones establecidas. De otro
modo, esta inversión del trabajo de las mujeres aumenta la inequidad. Para que las mujeres
tengan una participación eficaz en promoción de la salud se requiere que ellas tengan acceso
a la información, las redes y los fondos. Todas las mujeres, especialmente las que pertenecen
a los grupos étnicos, indígenas y minoritarios, tienen el derecho a la autodeterminación de su
salud y debe ser socias en la formulación de política pública saludable para asegurar su
relevancia cultural.
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