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Wilson Miño Grijalva<br />
de la industria de consumo y servicios, y de la inserción de la economía ecuatoriana al<br />
mercado internacional. Fenómeno que unido al respaldo gubernamental del gobierno de<br />
Alfaro, dinamizó un rápido crecimiento de las organizaciones de trabajadores, artesanos<br />
y empleados. Entre 1896 y 1914, se crearon por lo menos 25 sociedades en Guayaquil;<br />
en 1905 se fundó la Confederación Obrera del Guayas (COG); en 1909, con motivo<br />
del centenario del 10 de agosto, se realizó el Primer Congreso Obrero Ecuatoriano; el<br />
primero de mayo de 1913, los trabajadores se movilizaron para conquistar la jornada<br />
laboral de 8 horas y hasta 1920 se realizaron una 20 huelgas. 19<br />
A nes del siglo XIX y comienzos del XX, las denominadas organizaciones obreras<br />
constituían gremios con diversas bases sociales, organizadas regionalmente. En el Guayaquil<br />
cacaotero estuvieron involucrados los sectores de la pequeña burguesía, vinculados al<br />
partido liberal, algunos inmigrantes anarquistas y socialistas. En la Sierra, fue la Iglesia<br />
católica la que jugó un papel fundamental en la organización popular. En conjunto fueron<br />
un conglomerado multiclasista que reunía a artesanos, pequeños industriales, obreros,<br />
comerciantes, empleados y patrones. 20 Su autonomía respecto de la Iglesia Católica y de<br />
los partidos políticos varía según los casos, pero era generalmente precaria. 21<br />
Ya desde la conformación de las primeras organizaciones artesanales, establecidas en<br />
el pujante puerto de Guayaquil, durante el último cuarto del siglo XIX, se conformaron las<br />
primeras cajas de ahorro como apéndices de las asociaciones de artesanos que disponían<br />
de múltiples actividades. 22 Las cajas de ahorro, constituían actividades administrativas<br />
gremiales elementales pero económicamente signicativas y satisfacían importantes<br />
necesidades humanas relacionadas con enfermedades, accidentes y servicios funerarios,<br />
tanto de los aliados como de sus hijos. 23 Según el historiador Juan J. Paz y Miño, en<br />
esos años las concepciones mutuales predominaban sobre los reclamos laborales, como<br />
la jornada de 8 horas, aumento de salarios, seguridad social y derecho de organización. 24<br />
Al mismo tiempo, hay que considerar que las cajas de ahorro se encontraban muy<br />
inuenciadas por el mercado nanciero local, como fue el caso de la primera Caja de<br />
19 Juan J. Paz y Miño Cepeda, Eloy Alfaro Políticas Económicas, Quito, Ed. Ministerio de la Coordinación<br />
de la Política Económica, 2012, p. 138<br />
20 Manuel Chiriboga, Jornaleros y Gran Propietarios en 135 años de explotación cacaotera: 1790-<br />
1925, Quito, CIESE-Consejo Provincial de Pichincha, 1980, p. 322, en Guiseppina Da Ros, El<br />
cooperativismo de ahorro y crédito en el Ecuador, Quito, Ediciones de la Ponticia Universidad Católica<br />
del Ecuador, 1985, p.14<br />
21 Enrique Ayala M., Lucha política y origen de los partidos políticos en el Ecuador, Quito, Corporación<br />
Editora Nacional, 1982, p.231, en Guiseppina Da Ros, El cooperativismo de ahorro y crédito en el<br />
Ecuador, Quito, Ediciones de la Ponticia Universidad Católica del Ecuador, 1985, p.13<br />
22 Probablemente, el antecedente más interesante de las cajas de ahorro del siglo XIX constituye la<br />
creación del Banco de Manumisión de Esclavos (1830), orientada a un n determinado y limitado. En,<br />
Julio Estrada Ycaza, Los Bancos del Siglo XIX, Guayaquil, Archivo Histórico del Guayas, 1976, p. 185<br />
23 Lamentablemente existe poca información sobre este tema como para establecer un análisis más<br />
profundo y amplio. Para esos años el uso de los términos cajas de ahorro y cooperativismo y otros era<br />
indiscriminado y confuso, así llegaba en la literatura proveniente del exterior sobre el tema y existía<br />
un conocimiento muy elemental en el país.<br />
24 Juan J. Paz y Miño Cepeda, Eloy Alfaro Políticas Económicas, p. 138