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J.C. MUÑOZ-REINOSO Y J.L. RODRÍGUEZ Datos para la plantación del enebro marítimo en sistemas dunares<br />

Superada la etapa de producción de<br />

planta, experiencias previas de plantación<br />

(ÁLVAREZ RUBIO et al., 2002) sirvieron<br />

como directrices para las plantaciones<br />

realizadas posteriormente dentro del<br />

Programa de Conservación. En éstas se<br />

enterraban las plantas en un 50% de la<br />

longitud de la parte aérea suponiendo que<br />

se facilitaba el acceso de las raíces al agua,<br />

alcanzándose porcentajes de supervivencia<br />

superiores al 50% al tercer año en plantas<br />

de 1 y 2 savias. A pesar del éxito, las causas<br />

del mismo no están claras habida cuenta el<br />

tamaño de las plántulas y la profundidad del<br />

freático en el lugar de la experiencia (el<br />

Médano del Asperillo).<br />

Por otra parte, aunque con anterioridad<br />

se había considerado a la especie como<br />

relacionada con estados de estabilidad<br />

dunar que permitirían su establecimiento y<br />

desarrollo posterior, desde finales de los<br />

años 1990 se planteó la hipótesis de que la<br />

especie debería soportar el enterramiento<br />

debido al movimiento de las arenas,<br />

realizándose los primeros ensayos<br />

(MUÑOZ-REINOSO et al., 2000). Dicha<br />

adaptación podría utilizarse a la hora de<br />

introducir la planta en el campo.<br />

El enterramiento produce unas<br />

condiciones muy negativas para las plantas,<br />

como son disminución de la temperatura y<br />

de la aireación en la zona radicular, estrés<br />

hídrico, asfixia y deshidratación. La<br />

supervivencia de una planta tras su<br />

enterramiento depende principalmente de<br />

las reservas de energía que tenga en sus<br />

órganos de almacenamiento y de la<br />

profundidad, velocidad y frecuencia de<br />

enterramiento (MAUN, 1998).<br />

Según DECH & MAUN (2006),<br />

atendiendo a su respuesta al enterramiento,<br />

las plantas de dunas pueden clasificarse en<br />

tres categorías: i) especies intolerantes, con<br />

respuesta negativa y que acaban muriendo,<br />

ii) especies tolerantes en las que se produce<br />

la muerte a partir de un determinado umbral<br />

de enterramiento, y iii) especies<br />

dependientes del enterramiento (sanddependent),<br />

en las que el crecimiento está<br />

estimulado por éste. El estudio de este<br />

164<br />

fenómeno natural es muy complejo, existen<br />

pocos estudios y la mayoría de ellos se han<br />

realizado en condiciones de campo. Así, los<br />

objetivos del presente trabajo son<br />

determinar la respuesta del enebro marítimo<br />

a distintos niveles de enterramiento e<br />

identificar los rasgos que pueden<br />

determinar la tolerancia al enterramiento en<br />

la especie.<br />

MATERIAL Y MÉTODOS<br />

Se ha realizado un experimento de<br />

enterramiento en el invernadero de la<br />

ETSIA de la Universidad de Sevilla, en el<br />

cual se han empleado plantas de dos savias<br />

procedentes de la Red de Viveros de la<br />

Junta de Andalucía. Las plantas se<br />

trasplantaron de las bandejas forestales<br />

Forest-32 (alveolo 60x60x11cm) a macetas<br />

de 15x15x20 cm, completándose con un<br />

sustrato comercial. Las plantas se agruparon<br />

en conjuntos de 10 según sus alturas y se<br />

enterraron en distintas proporciones (0, 25,<br />

50 y 75%). Según la proporción de<br />

enterramiento a la maceta se le encajaba un<br />

tubo de PVC de 110 mm que era rellenado<br />

con arena dunar. Las plantas se regaron en<br />

la época húmeda dos veces por semana si se<br />

consideraba necesario y tres veces en la<br />

época sin precipitaciones dada la escasa<br />

capacidad de retención de agua por las<br />

arenas. La respuesta al enterramiento fue<br />

seguida durante 40 semanas, entre abril de<br />

2010 y enero de 2011, midiéndose cada 14<br />

días el crecimiento apical, el número de<br />

ramillas producidas y el crecimiento de 4 de<br />

las mismas cuando ello fue posible. Durante<br />

el ensayo murieron dos plantas del<br />

tratamiento control por lo cual sus datos no<br />

van a ser considerados. Al final del<br />

experimento, se separaron la biomasa aérea<br />

de la subterránea (biomasa radical+biomasa<br />

aérea enterrada) y dentro de ésta las raíces<br />

adventicias producidas en los tallos<br />

enterrados. La biomasa fresca se secó en<br />

estufa de aire forzado a 60ºC hasta peso<br />

constante (48 h). Los valores absolutos de<br />

biomasa seca se transformaron en

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