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“Avances en la restauración de sistemas forestales. Técnicas de implantación”<br />
EFECTO DEL MANEJO DE LA MADERA QUEMADA Y LA PROFUNDIDAD DE<br />
SIEMBRA DE BELLOTAS SOBRE EL ÉXITO DE REFORESTACIÓN CON<br />
ENCINA DE ÁREAS INCENDIADAS<br />
Alexandro B. Leverkus 1,* , Jorge Castro 1 , Carolina Puerta-Piñero 2 y José María Rey-Benayas 3<br />
1<br />
Departamento de Ecología, Facultad de Ciencias, Universidad de Granada. E-18071 Granada, España. FAX: +34 958<br />
243238. *Correo electrónico: leverkus@ugr.es; jorge@ugr.es<br />
2<br />
CREAF, Centro de investigación ecológica y aplicaciones forestales. Universidad autónoma de Barcelona, Bellaterra, E-<br />
08193, España<br />
3<br />
Departamento de Ecología. Edificio de Ciencias, Universidad de Alcalá. 28871 Alcalá de Henares, Madrid, Spain. Correo<br />
electrónico: josem.rey@uah.es<br />
Resumen<br />
Los incendios forestales son recurrentes en los ecosistemas mediterráneos, y la extracción de la madera<br />
quemada es práctica común. La repoblación con encinas no suele realizarse mediante siembra debido a las altas<br />
tasas de depredación de bellotas. El objetivo de nuestro estudio fue investigar si diferentes tipos de manejo de la<br />
madera quemada y/o distintas profundidades de siembra pueden reducir la depredación de bellotas. En una zona<br />
incendiada en 2005 en Sierra Nevada se establecieron tres réplicas de dos tratamientos: uno de alta complejidad<br />
estructural (ACE) generada por troncos y ramas quemados y otro de baja complejidad (BCE) debida a la tala de<br />
fustes, corta y apilamiento de la madera. Entre 2007 y 2012 se realizaron seis siembras experimentales con<br />
bellotas en ambos tratamientos. En 2010 y 2012 estas siembras se realizaron a distintas profundidades (2 y 8<br />
cm). La mayoría de las bellotas (aprox. 90%) fueron consumidas. La depredación fue mayor en ACE en todas las<br />
siembras menos una. La mayor profundidad redujo la depredación solamente en BCE, donde llevó a un 25% de<br />
supervivencia. Las altas tasas de depredación y la variabilidad espacio-temporal de los resultados corroboran que<br />
la siembra es un método poco fiable para la reforestación con encina.<br />
Palabras clave: depredación de bellotas, extracción de la madera quemada, Quercus ilex subsp. ballota, reforestación con<br />
bellota.<br />
INTRODUCCIÓN<br />
Los encinares son el tipo de vegetación<br />
natural más extendido de la Península<br />
Ibérica, y su degradación ha llevado a un<br />
reciente interés por repoblar con encinas.<br />
La reforestación con plantones es el método<br />
más común de repoblación, lo cual se debe<br />
en gran medida a la poca eficacia de la<br />
siembra de bellotas debida a las altas tasas<br />
de depredación por mamíferos<br />
(principalmente ungulados y roedores;<br />
ALLEN et al., 2004; PULIDO & DÍAZ, 2005).<br />
Sin embargo, si las tasas de depredación de<br />
bellotas se redujesen, la siembra podría<br />
suponer grandes ventajas sobre la<br />
plantación. Además de que el coste<br />
económico puede ser entre la mitad y un<br />
tercio del coste de plantación (ALLEN et al.,<br />
2004), las plántulas emergidas en campo<br />
suelen presentar mejor desarrollo del<br />
sistema radicular (ALLEN et al., 2004; DEY<br />
et al., 2008). Encontrar métodos eficaces<br />
para reducir la depredación de bellotas<br />
debería ser considerado una prioridad para<br />
la reforestación con quercíneas.<br />
Tras los incendios, una práctica común<br />
consiste en la retirada de la madera<br />
quemada. Esto conlleva una simplificación<br />
de la estructura del hábitat post-incendio<br />
que puede tener efectos sobre el<br />
funcionamiento del ecosistema<br />
(LINDENMAYER et al., 2008) y el éxito de la<br />
reforestación (LEVERKUS et al., 2012).<br />
Además, es posible que la reducida<br />
complejidad estructural facilite las<br />
actividades de forrajeo de mamíferos<br />
grandes, como los ungulados, al disminuir<br />
la presencia de elementos que dificultan su<br />
paso (RELVA et al., 2009). Por el contrario,<br />
las poblaciones de roedores pueden<br />
beneficiarse de la presencia de estas<br />
estructuras que les proporcionan cobijo,<br />
protección y alimento (TORRE et al., 2002).<br />
De este modo, la estructura del hábitat postincendio<br />
afectaría a la supervivencia de<br />
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