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EDGAR COLMENARES DEL VALLE. Nació en San Fernando de
Apure. Es egresado del Pedagógico de Caracas y de la Universidad Central
de Venezuela, donde se desempeñó como docente en las áreas de
Dialectología, Lexicografía y análisis literario actualmente se desempeña
en la Casa de las Letras "Andrés Bello". Además de algunos artículos y
ensayos ha publicado los siguientes títulos: Léxico del Béisbol en
Venezuela (1977). Designaciones del borracho en el habla venezolana
(1989). La Venezuela afásica del Diccionario Académico. En la narrativa
ha publicado Los Ojos de la Viuda (1993) y un libro de recuerdos sobre los
tiempos idos del llano titulado: En el espejo de la memoria.
EN EL ESPEJO DE LA MEMORIA
LAS DIVERSIONES DEL LLANERO
Las fiestas.
Edgar Colmenares del Valle.
El llano es, por excelencia, la tierra del joropo y de los toros coleados
y, además de otros juegos y entretenimientos que distraen los ratos de ocio
que deja el recio que hacer de la sabana.
El trabajo, con todo lo agobiante y duro que es, siempre da un
tiempito, como dicen los llaneros, para prender una fiesta. Entonces, el
hombre del llano se olvida, por un momento, del invierno y la sequía, para
mostrar su rústica sabiduría bailando joropo, cantando al pie del arpa o
mostrando su habilidad para tumbar un toro.
Llano adentro, las fiestas son con arpa, cuatro y maracas. En ciertas
regiones, la bandola sustituye al arpa. La música llanera y el baile del
joropo son formas típicamente representativas del sentir musical
venezolano.
El arpa es el instrumento musical que mejor identifica a la música
llanera. Tiene de 30 a 36 cuerdas que se pulsan con ambas manos. La
ejecución se hace a base del dominio de los tiples, los tenoretes y los
bordones. Hay músicos llaneros que, además de ser maravillosos
ejecutantes del arpa, también son expertos constructores de este
instrumento. Para ello, una de las maderas preferidas es la que se obtiene de