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Acto seguido, el dueño de la prenda reclama y Marisela o cualquiera
de los otros le impone el castigo en medio de las risas y bromas de los
demás, ya que la sentencia va acompañada de burlas referidas a la prenda y
a su dueño.
La penitencia para los hombres, en ocasiones, consiste en decirle una
bamba a una dama. Si la penitente es una mujer, ésta le dirá la bamba a un
hombre. Las bambas son coplas o décimas que, casi siempre, son de
contenido amoroso y funciona como fórmulas de galanteo:
Los luceros en el caño,
la luna en el carrizal,
boquita de caña dulce
quién te pudiera besar.
También la penitencia o castigo puede ser arrodillarse ante el altar y
pedir perdón, olerle la cabeza a alguien, pedirle la bendición a una persona
cualquiera y, en fin, cualquier ocurrencia que, dentro de lo que se considera
como un acto religioso, sirva de distracción por su sentido humorístico y
hasta escarnecedor.
De los juegos de barajas, sobresalen el ajiley y la caída. Ambos con
sus normas peculiares que frecuentemente, varían de un pueblo a otro. Se
usa siempre la baraja española y en cada partida, al igual que en los gallos,
se apuestan grandes sumas de dinero.