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totalmente distinta a la proporcionada por Aguado, cuyas fuentes de
información son desconocidas.
Los europeos ocuparon primero las costas y luego buscaron
establecerse en valles cordilleranos; su experiencia con los Llanos había
resultado frustrante. Pero ellos no venían solos, les acompañaba todo un
bagaje cultural, imperativo y exigente en cuanto a gustos y necesidades,
que los impulsaba a introducir en estas tierras plantas y animales de su
Europa lejana. Muchos y variados fueron los otros intrusos que trajeron a
estas tierras, y muchos de los cuales supieron adaptarse con prontitud al
nuevo medio, destacándose entre ellos, por su importancia, el ganado. El
caballo, naturalmente, acompañó desde el primer día a muchos soldados de
la conquista; luego los otros tipos de ganado se hicieron necesarios para
satisfacer requisitos alimentarios. Su adaptación al medio fue total e
inmediata. Así, los vacunos se esparcieron rápidamente por todo el Llano,
llegando a formar grandes rebaños de ganado cimarrón, errabundos por las
sabanas.
No se trata de negar la existencia de una ganadería familiar, presente
quizás en todas las poblaciones blancas del país; pero sí de señalar la
formación espontánea de grandes rebaños que significaron pronto una
enorme riqueza sin dueño, capaz de despertar la codicia de cualquiera, y
que por ello influyó decisivamente en la ocupación y poblamiento de la
región llanera.
Temprano fueron introducidos los bovinos en el continente, tanto por
Margarita como por Coro, sin que faltaran las largas travesías del uno al
otro extremo. Pero lo que parece haber sido decisivo en este proceso, y
pocas veces señalado, fue el establecimiento de un tráfico regular de
ganado desde la recién fundada ciudad de El Tocuyo (1545), hasta Tunja 35
y, desde allí, hacia otras localidades granadinas. El ganado se criaba en los
valles del Turbio y el Tocuyo y, con periodicidad probable de un año,
venían los reinosos 36 a buscar las cosechas, o iban los de aquí a hacer la
35 De Castellanos, Juan, quien vivió largo tiempo en Tunja lo deja bien claro cuando, refiriéndose a
ello afirma:
Y dura y durará la compraventa/Que por aquel camino se frecuenta.
en sus Elegías, antes citadas. (p.289).
36 Con este nombre se conocía en la provincia de Venezuela a los habitantes del vecino Nuevo Reino
de Granada.