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verbal en lo escrito, esto es, para decodificar un texto el lector ha de saber
interpretar tanto el núcleo lingüístico como el repertorio de signos paralingüísticos y
kinésicos de una obra. Lenguaje y gestos corporales, el ambiente sensorial, y
culturemas en definitiva, que varían de una a otra comunidad de hablantes, deben
ser localizados y convenientemente transportados a la “otra” lengua, tarea que no es
tan sencilla, pues “esa totalidad de signos verbales y no verbales llegan al texto de
tal forma que no siempre son percibidos por el lector, a veces ni siquiera por el
escritor mismo, porque puede muy bien ignorar la inevitabilidad y el impacto de lo
que, involuntariamente, llega a ser parte de un texto”. 16
A la dificultad que entraña la traducción de un texto teatral se le ha de añadir el
carácter oral intrínseco a su función última, la comunicación oral.
Dentro de la traducción literaria, podríamos ubicar una categoría más que se
agregaría a nuestra lista de posibles formas de entender la traducción. Se trata de la
traducción como pasaje de un género literario a otro, que si bien, el traductor trata
de mantener la propuesta lo más cercana al texto original, siempre hay detalles que
se “pierden” en el camino. Al decir esto, pensamos en dos ejemplos sencillos y
concretos: el “pasaje” de la obra “Martín Fierro” de José Hernández al género
cinematográfico (texto audiovisual) y, del cuento “Corazón delator” de Edgar Alan
Poe al género historieta (texto de códigos integrados). En ambos casos, se produce
como una especie de condensación de escenas (tal vez por la capacidad de síntesis
reflejada a través de las imágenes) que le quitan el sabor al placer de una obra
literaria exquisitamente lograda.
Romano-Sued (2000), ha diseñado una propuesta teórico-metodológica para la
traducción literaria, un modelo que consta de cuatro fases que parafraseamos a
continuación:
1- Primaria/monolingüe: el traductor, en un primer momento toma contacto con los
textos de la lengua literaria extranjera y los aborda (realiza una especie de pre-
lectura) para luego, realizar el proceso analítico en sí (operando
intelectualmente, construyendo una escala jerárquica, enunciando hipótesis de
sentido, etc.).
15 Palabra de origen alemán que significa “conocimiento del mundo”.
16 Poyatos, F., La comunicación no verbal. Volumen III. Nuevas perspectivas en novela y teatro y en su
traducción, Madrid, Istmo, 1991, pág. 21.