Haga Clic Aqui para abrir este Documento - Programa de Semiótica

2- Bilingüe: el traductor actúa como intermediario, realiza un proceso de contacto
entre los dos sistemas lingüísticos, contrastando, buscando equivalencias en la
lengua.
3- Monolingüe: es la fase de la escritura propiamente dicha; es decir, la producción
del texto inscripto en un campo literario..
4- Crítico-evaluativa: aquí debe ser considerado el estudio de la posición que la
traducción ocupa en dicho sistema, tomando en consideración todo aquello que
configura el fenómeno de recepción (traducción local, otras traducciones de la
misma obra, la situación cultural, socio-histórica del lector real, etc.).
Para que haya traducción, necesariamente debe haber un traductor. En este sentido,
Gómez García (2003) resume las competencias que habrían de caracterizar a un buen
traductor:
Competencia comunicativa en ambas lenguas: competencia gramatical,
sociolingüística y discursiva.
Competencia extralingüística: conocimientos teóricos sobre la
traducción, conocimientos biculturales, enciclopédicos y temáticos.
Competencia instrumental y profesional: conocimiento y uso de las
fuentes de documentación, de las nuevas tecnologías y del mercado
laboral.
Competencia psicofisiológica: competencia y habilidades psicomotoras
de lectura y escritura, facultades cognoscitivas (memoria, creatividad,
atención, etc.) y ciertas actitudes psicológicas, como curiosidad
intelectual, por poner un ejemplo.
Competencia de transferencia: competencia de recepción de un texto de
origen, de elaboración del proyecto de texto y de producción.
Competencia estratégica, la cual consiste en los procedimientos
utilizados para resolver los problemas encontrados en el proceso
traductor.
En otras palabras, el traductor, mejor lector de una obra, interpreta el texto original
desde sus coordenadas psicológicas, sociales y culturales para recrear el texto sobre la
base de lo interpretado.