Haga Clic Aqui para abrir este Documento - Programa de Semiótica

XI). Por ello, comparación y diferencias se convierten en categorías para pensar la
comprensión de la escritura. Y es en las fronteras, en los interrgnos donde las
diferencias adquieren relieves exagerados y se vuelve atinado pensar formas y
dispositivos traductores para incorporalas a las cadenas semióticas.
Estos juegos a los que estamos refiriendo son juegos con pensamiento y con intención
(§328) puesto que el lenguaje es el vehículo del pensamiento y la intención está
encajada en la situación, las costumbres e instituciones humanas. Solo se puede decir
algo (jugar) si se ha aprendido a hablar (jugar). Quien desea decir algo tiene también
que haber aprendido a dominar un lenguaje. “Pensar no es un proceso incorpóreo que dé
vida y sentido al hablar y que pueda separarse del hablar”. El hecho de hablar una
lengua (manejar una técnica) implica tener intención de la forma que está encajada en la
situación, en las costumbres, en las instituciones humanas.
El lenguaje, en tanto fenómeno espacial y temporal adquiere materialidad como objeto
de investigación (§.108); objeto que puede ser mirado en la búsqueda de parecidos y de
diferencias, en el análisis de cuáles son las funciones que se constituyen en cada juego
lingüístico, en el uso particular de cada enunciado y en las superposiciones complejas de
los usos. “El lenguaje es un laberinto de caminos. Vienes de un lado y sabes por donde
andas; vienes de otro al mismo lugar y ya no lo sabes.”
La importancia de las reglas es fundamental en cualquier juego y también en el
lenguaje, si bien ellas funcionan como indicadores de caminos, siempre puede dejar una
duda abierta.
Las reglas funcionan como límites pero también como posibilidad; muestran una huella
pero habilitan posibles. Aprenderlas forma parte del proceso de aprendizaje y una vez
dominadas su uso en contextos habilitará a innumerables combinaciones.
Si nos situamos en los bordes, en las fronteras territoriales, en los espacios de pasaje de
un lugar propio, nominado y comprendido a un nuevo terreno cenagoso, inseguro,
extranjero, ¿cómo sostener la semiosis, de qué modo operar para que las nuevas reglas
no invaliden los juegos dados y sabidos? ¿es posible ayudar a descubrir las diferencias y
los parentescos para alentar mixturas y crear nuevos lenguajes para una experiencias no
traumáticas de pasajes de umbrales? 31
31 Camblong A. M. (2005) define al umbral como “un tiempo – espacio de pasaje, un crono-topo de la
crisis en que un sujeto se encuentra comprometido en tanto enfrenta el límite de sus posibles desempeños
semióticos, sean prácticas socioculturales en general, sea usos lingüísticos en particular” (33)