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tradición” 4 y, de una literatura, puesto que “el traducir es una de las actividades
capitales de la conservación de la memoria literaria universal” 5 .
Es ella la que colabora con la supervivencia o el olvido de ciertas literaturas (aquí
entran a jugar factores como el/los canon/es, las editoriales, etc.).
b) Traducción como permutación lingüística de vocablos (sentido estricto), como
traducción literal.
En este sentido, estamos ante el proceso de “pasar” (del inglés transfer) un término,
un enunciado, de una lengua a otra.
Para la transferencia de un contenido neutro de una lengua a otra sólo se necesita
encontrar los elementos correspondientes, sin tener en cuenta valores particulares,
connotaciones, funciones simbólicas o apelativas. Sabemos que dos términos
pueden corresponder al mismo objeto o a la misma actividad, pero tener
connotaciones muy diferentes y provocar reacciones totalmente diferentes en un
interlocutor. Así pues, los valores estilísticos complican considerablemente la
traducción.
Al respecto, Benjamín (1991) nos dice que “el lenguaje cuenta con su propia
palabra, tanto para la percepción como para la espontaneidad, únicamente ligadas en
el ámbito excepcional del lenguaje, y esa palabra sirve también para captar lo
innombrable en el nombre. Se trata de la traducción del lenguaje de las cosas al de
los hombres. Es preciso fundamentar el concepto de traducción en el estrato más
profundo de la teoría del lenguaje, porque es de demasiado e imponente alcance
como para ser tratado a posteriori, tal como se lo concibe habitualmente. Alcanza su
plena significación con la comprensión de que cada lenguaje superior, con la
excepción de la palabra de Dios, puede ser concebido como traducción de los
demás. La traductibilidad de los lenguajes está asegurada por el enfoque antes
mencionado según el cual los lenguajes están relacionados por ser medios de
diferenciada densidad. La traducción es la transferencia de un lenguaje a otro a
través de una continuidad de transformaciones. La traducción entraña una
continuidad transformativa y no la comparación de igualdades abstractas o ámbitos
de semejanza”. 6
4 Romano-Sued, S., La traducción poética, Córdoba, Nuevo Siglo, 2000, pág. 33.
5 Romano-Sued, S., Op. Cit., 2005, pág. 23.
6 Benjamín, W., Para una crítica de la violencia y otros ensayos. Iluminaciones IV, Madrid, Taurus, 1991,
pág. 68.