Haga Clic Aqui para abrir este Documento - Programa de Semiótica

DISCURSOS DIALÓGICOS EN LOS PROCESOS DE ENSEÑANZA
La argumentación en la formación docente
Por Raquel Alarcón
Una de las debilidades detectadas en la elaboración de proyectos educativos en general,
y en los planes docentes en particular, es la escasa fuerza de las argumentaciones que
justifican las acciones de intervención. A la falta de entrenamiento en la producción de
argumentos se suman las tradiciones instaladas de prácticas repetitivas, copistas y
mecánicas y la resistencia a la lectura sostenida, a las operaciones relacionales y al
trabajo con el propio discurso. Esto lo vemos tanto en las prácticas de capacitación con
docentes ya egresados cuanto en las clases con los alumnos de los profesorados con
quienes trabajamos en las cátedras de Didáctica. La experiencia que sucintamente
vamos referir, se sitúa en el último de los escenarios mencionados.
Instrumentar a los futuros docentes con buenas estrategias argumentativas implica
ayudarlos a “problematizar” el punto de arranque y a orientar las acciones hacia las
metas deseadas desde una mirada crítica y situada.
Entendemos por argumentación un modo de organización discursiva que tiene como
intención convencer, persuadir, seducir al destinatario de la conveniencia de nuestros
enunciados. La proposición que se intenta defender se conoce como tesis o hipótesis, y
es la idea en torno de la cual se sostiene y se va tejiendo todo el desarrollo reactiva de
nuestra trama discursiva. Según algunos autores, argumentar constituye uno de los
ejercicios discursivos más complejos, competencia que se adquiere con el
entrenamiento del razonamiento lógico y de un ejercicio sostenido de producción.
El profesional docente tomará recaudos, invertirá esfuerzos en apropiarse de
herramientas que lo ayuden a operar eficazmente con estrategias argumentativas, porque
a la hora de planificar sus proyectos de intervención deberá fundamentar de manera
consistente las decisiones curriculares que propone.
Saber argumentar es, además, una competencia valiosa y valorada en cualquier ámbito
social más allá de las instituciones escolares. Y en estas particularmente, sirven para
responder desde las simples preguntas del alumno:”Profe, ¿y esto para qué nos sirve?”,
hasta para sostener los criterios de evaluación que se comunican a los padres, como así