Haga Clic Aqui para abrir este Documento - Programa de Semiótica

para la narración, un fondo oculto sobre el cual se construye narrativamente la realidad
pero que es lo suficientemente flexible como para transigir nuevas aperturas narrativas
que exploten los signos extraños de lo aparentemente natural.
Este juego de entrecruzamientos pone en evidencia concepciones del tiempo,
actualiza debates acerca del género y el canon, explicita la comprensión hermenéutica
de la realidad narrada y la ambigüedad de la referencia en los relatos y, sobre todo,
centraliza la problemática acerca del carácter narrativo de aquellos discursos que creían
mantenerse inmunes ante las particularidades de la narración.
Ampliando la idea de Augé, Bruner refiere que la contestabilidad esencial de los
relatos vuelve a la narración viable de negociación cultural. Es en ese terreno –y en
otros como la suspensión de la incredulidad o la ponderación de “lo verdadero” en los
relatos– en donde la narración linda con el campo dinámico de la práctica del “creer”.
La construcción narrativa explota los caracteres apenas vislumbrados de la realidad, lo
conocido a medias que, siguiendo a Benjamin, exige –al igual que la creencia– un
escamoteo de la explicación, un ápice de secreto.
2.
Gozaban, encantados, de la inocencia
perfecta y fructífera del fabulador que, más
por ignorancia que por caridad muestra, a
espantapájaros que se creen sensibles y
afectos a lo verdadero, el aspecto tolerable
de las cosas. El hecho de que un buen pasar
fuese la consecuencia les parecía la prueba
irrefutable de un orden justo y universal.
Años vivimos de ese malentendido. Lo más
sorprendente es que, en todo ese tiempo,
ninguna voz sensata se alzó para
denunciarlo. SAER: El entenado.
La narración estipula una “realidad” o una versión de los acontecimientos
“reales”. Privilegia un punto de vista, sustenta una óptica narrativa que puede
distorsionar los acontecimientos referidos con el fin de privilegiar el acontecimiento
narrativo. La sutil complejidad de la narración reside en la práctica del “hacer creer”.
Más allá de la funcionalidad de los relatos, la narración exige un reconocimiento de la
alteridad con la que sella un contrato que habilita el universo narrativo. En la práctica
del creer y el hacer creer, la pauta contractual también es necesaria.