familias transnacionales colombianas - Observatorio de Migraciones
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FAMILIAS TRANSNACIONALES COLOMBIANAS:<br />
NIVEL DE ACULTURACIÓN Y VIDA FAMILIAR VISTAS DESDE LAS DOS ORILLAS.<br />
y el probable retorno <strong>de</strong> sus padres. E incluso hay niños y adolescentes que<br />
llegan a sentirse responsables <strong>de</strong>l bienestar <strong>de</strong> otros miembros <strong>de</strong> la familia:<br />
sus abuelos, sus hermanos menores, sus sobrinos, etc.<br />
Aunque no sea lo más común, hay adolescentes que se convierten en<br />
jefes <strong>de</strong> familia, asumiendo la crianza <strong>de</strong> sus hermanos menores. El hecho <strong>de</strong><br />
asumir no sólo la crianza <strong>de</strong> los/as hermanos/as menores, sino también, en<br />
algunos casos la gestión <strong>de</strong> los recursos económicos, ha supuesto una<br />
madurez que les hace planear un itinerario personal completamente diferente al <strong>de</strong><br />
sus padres y elegir quedarse en el país <strong>de</strong> origen o construir estrategias para realizar<br />
una migración en condiciones jurídicas y laborales más ventajosas que las <strong>de</strong> sus<br />
progenitores (Pedone, 2006).<br />
También hay casos en los que el esfuerzo parental por asegurar el<br />
bienestar económico <strong>de</strong> sus hijos da lugar a resultados no tan <strong>de</strong>seables,<br />
favoreciendo una personalidad caprichosa, <strong>de</strong>spilfarradora y consumista.<br />
Algunos <strong>de</strong> estos niños y adolescentes se acostumbran a conseguir objetos que<br />
antes no estaban a su alcance, y e incluso llegan a negociar el afecto con sus<br />
progenitores presionándoles para conseguir móviles, computadoras, ropa,<br />
bicicletas, televisores y juguetes sofisticados. Afortunadamente pue<strong>de</strong> comprobarse<br />
que esta no es la situación más extendida.<br />
Lo más habitual es una mezcla agridulce, una combinación <strong>de</strong> episodios <strong>de</strong><br />
vacío y tristeza e incluso <strong>de</strong> sensación <strong>de</strong> abandono y <strong>de</strong>l orgullo <strong>de</strong> saber que sus<br />
padres son capaces <strong>de</strong> sacrificarse por ellos. Sin embargo, la sensación <strong>de</strong><br />
abandono se mitiga cuando la comunicación es frecuente. Tanto niños/as<br />
como adolescentes opinan que los temas primordiales en las conversaciones<br />
telefónicas son: cuándo se producirá el retorno, las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los/as hijos/as<br />
y cómo marchan los estudios. Ahora bien, muchos/as niños/as alu<strong>de</strong>n a la<br />
interferencia que se produce en la comunicación con sus padres cuando existen<br />
conflictos entre los mayores <strong>de</strong> la familia.<br />
In<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> la frecuencia con la que se produce la<br />
comunicación entre padres e hijos, estos últimos no parecen conocer<br />
gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>talles sobre el lugar don<strong>de</strong> se encuentran sus padres. La<br />
precariedad en las situaciones laborales y resi<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong> madres y padres<br />
resi<strong>de</strong>ntes en el extranjero lleva a una construcción parcial y muy limitada <strong>de</strong> las<br />
representaciones sociales <strong>de</strong> <strong>de</strong>stino que tiene sus hijos. La mayoría sólo menciona<br />
el nombre <strong>de</strong>l país receptor, pero no conoce con certeza en qué lugar exacto viven.<br />
Sólo se encuentra un número limitado <strong>de</strong> casos en los que las madres y los padres<br />
<strong>de</strong>tallan en qué trabajan, cómo es el lugar dón<strong>de</strong> viven y coinci<strong>de</strong> con quienes<br />
tienen una relación muy fluida y don<strong>de</strong> la reagrupación siempre ha estado presente;<br />
a<strong>de</strong>más, se evi<strong>de</strong>ncia mucho más en aquellas mujeres que han migrado a España.<br />
Aunque una mayoría <strong>de</strong> docentes dice que “Todos se quieren ir <strong>de</strong>l<br />
país”, aludiendo a que niños y adolescentes están obnubilados con el “paraíso” que<br />
les dibujan sus padres a través <strong>de</strong> las comunicaciones telefónicas y <strong>de</strong> los regalos<br />
que llegan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los lugares <strong>de</strong> <strong>de</strong>stino, la mayoría <strong>de</strong> ellos, incluso los más<br />
pequeños sólo irían a los lugares <strong>de</strong> <strong>de</strong>stino a pasear. La mayor expectativa está<br />
puesta en un posible retorno y que la familia logre reconstituir su núcleo<br />
original.<br />
Excepcionalmente, algunos niños <strong>de</strong> los países origen <strong>de</strong> las migraciones,<br />
empiezan a ver el traslado a otro país como la solución para acabar con situaciones<br />
familiares opresivas o <strong>de</strong> abuso, y expresan su <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> irse a vivir a otro país,<br />
cuando las pa<strong>de</strong>cen.<br />
La convivencia diaria <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> los migrantes con sus abuelos<br />
pue<strong>de</strong> haberse pensado como la mejor alternativa, pero no está exenta <strong>de</strong><br />
problemas. Es cierto que los abuelos <strong>de</strong>sempeñan un importante papel<br />
sustituyendo a los padres ausentes, pero también es cierto que la brecha<br />
intergeneracional entre ellos y sus nietos es mayor que la que existe respecto a sus<br />
padres/madres. Pue<strong>de</strong> representar otra fuente <strong>de</strong> conflictos el hecho <strong>de</strong> que<br />
inevitablemente surge apego entre nietos y abuelos y pue<strong>de</strong>n sufrir ambos si los<br />
padres plantean posteriormente la reunificación en el país <strong>de</strong> acogida, y que incluso<br />
pue<strong>de</strong> haber abuelos que lleguen a apropiarse <strong>de</strong> los nietos.<br />
El apego que niños y adolescentes <strong>de</strong>sarrollan hacia estos abuelos<br />
que son sus cuidadores principales <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>na un nuevo <strong>de</strong>sgarro afectivo<br />
cuando se plantea la reagrupación familiar en el país <strong>de</strong> acogida, atraídos por<br />
conseguir la cercanía <strong>de</strong> sus padres y resistiéndose a la vez a separase <strong>de</strong> sus<br />
abuelos. Los niños y adolescentes construyen un sistema <strong>de</strong> lealta<strong>de</strong>s en torno a<br />
los familiares que se han hecho cargo <strong>de</strong> su crianza a partir <strong>de</strong> la migración <strong>de</strong> sus<br />
padres y en algunas ocasiones, estos vínculos repercutirán en sus opiniones acerca<br />
<strong>de</strong> la conveniencia o no <strong>de</strong> la reunión en <strong>de</strong>stino con sus padres y madres. Una<br />
buena solución, que se está convirtiendo en una práctica transnacional cada vez<br />
más común, es incluir en la reagrupación a los abuelos, para que sigan ayudando<br />
con el cuidado y la crianza <strong>de</strong> los nietos, ya que suelen ser largas las jornadas<br />
laborales <strong>de</strong> los padres migrantes y a<strong>de</strong>más éste es un <strong>de</strong>seo compartido por la<br />
mayoría <strong>de</strong> estos niños y jóvenes.<br />
La forma en la que quedan afectados por la migración el rendimiento escolar,<br />
el comportamiento en clase, la participación <strong>de</strong> la familia en la escuela son también<br />
cuestiones que han sido objeto <strong>de</strong> interés por parte <strong>de</strong> los estudiosos <strong>de</strong>l tema.<br />
Pedone (2006) comenta que la escuela, tanto en los países <strong>de</strong> origen<br />
como en los <strong>de</strong> <strong>de</strong>stino, se enfrenta sin duda a nuevos <strong>de</strong>safíos ante la<br />
escolarización <strong>de</strong> una población infantil y adolescente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un espacio<br />
social transnacional, don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>ben acatar nuevas autorida<strong>de</strong>s, se transforman<br />
los roles familiares, va cambiando la presencia-ausencia <strong>de</strong> los distintos miembros<br />
familiares, hay que adaptarse a nuevos usos <strong>de</strong> espacios públicos y privados y a<br />
cambios en las pautas <strong>de</strong> crianza y <strong>de</strong> convivencia socioeducativa.<br />
Este mismo autor aña<strong>de</strong> que, aunque algunos educadores repiten la<br />
cantinela <strong>de</strong> las consecuencias negativas en el rendimiento escolar y en el<br />
comportamiento <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> migrantes, a causa <strong>de</strong> lo que ellos <strong>de</strong>nominan<br />
sesgadamente “<strong>de</strong>sintegración familiar”, no obstante, cuando se pi<strong>de</strong>n porcentajes<br />
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