Capítulo 6. Las especies “ban<strong>de</strong>ra” <strong>de</strong> los ambientes.Los ecosistemassilvestres seestán reduciendoen superficie yempobreciendoen calidad: cadadía quedanmenos ambientesnaturales y cuandolos recorremosestán más vacíos.Cualquier diagnóstico ambiental pondría <strong>de</strong> manifiesto que los ecosistemassilvestres se están reduciendo en superficie y empobreciendoen calidad. En otras palabras, cada día quedan menos ambientes naturalesy cuando los recorremos están más vacíos. Los vamos simplificando,“<strong>de</strong>sflorando” y “<strong>de</strong>sfaunando”, como diría el ecólogo JorgeMorello. Dejamos en la naturaleza un equivalente a un sitio arqueológico.Y ese es el resultado <strong>de</strong> la suma <strong>de</strong> impactos negativos <strong>de</strong> diversasactivida<strong>de</strong>s humanas. Activida<strong>de</strong>s que necesitamos <strong>de</strong>sarrollar,pero que –si <strong>de</strong>jan ese resultado- <strong>de</strong>sarrollamos mal. Entonces, pesea que ese conjunto <strong>de</strong> ecorregiones, ecosistemas, especies y subespecies(con su variedad <strong>de</strong> formas genéticas) -que llamamos biodiversidad-encarna el componente más maravilloso y distintivo <strong>de</strong> nuestroplaneta en el contexto <strong>de</strong>l universo, lo vamos <strong>de</strong>sangrando y <strong>de</strong> unmodo casi inadvertido. Por eso, la riqueza natural es el gran pasivo <strong>de</strong>lsiglo XXI y la diversidad biológica, uno <strong>de</strong> los paradigmas más impactantes<strong>de</strong> lo que tenemos y <strong>de</strong> lo que vamos perdiendo.El ambientalismo evolucionaComo no hay fondos ilimitados (y menos para el tema ambiental), <strong>de</strong>bemospensar como un general en tiempos <strong>de</strong> guerra, sobre tres áreas<strong>de</strong> acción: política, táctica y estrategia. Esto, para saber dón<strong>de</strong> aplicarcon mayor eficiencia los pocos recursos, dón<strong>de</strong>, cómo, cuándo, porqué, para qué y con quién. Es aquí don<strong>de</strong> –<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el ambientalismoseestá tratando <strong>de</strong> correr el eje <strong>de</strong> la preocupación pública. Es que lamayoría <strong>de</strong> las personas cultivan más la sensibilidad que la concienciapor estos problemas Durante las últimas décadas, por ejemplo, quedóclaro que la opinión pública vuelca más su preocupación hacia lasespecies amenazadas (como el yaguareté, las ballenas, el huemul, elvenado <strong>de</strong> las pampas) que hacia los ambientes naturales que ellasnecesitan para vivir. Hoy, la gravedad <strong>de</strong> los tiempos que corren exigeoperar sobre otra escala o enfoque. Y con esto no hay que interpretarque no sea necesario preocuparse por la suerte <strong>de</strong> las especies, sinoque resulta más inteligente ocuparnos <strong>de</strong> conservarlas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el nivel<strong>de</strong> ecosistemas y ecorregiones. Es que si un ecosistema está amenazado,también lo estará todo lo que él contenga, que es mucho más queuna especie y un puñado <strong>de</strong> individuos o poblaciones <strong>de</strong> ella.Esta visión motivó cambios en el diseño <strong>de</strong> los proyectos <strong>de</strong> conservación.Ya no se busca tanto ayudar a unos pocos ejemplares <strong>de</strong>l amenazadooso hormiguero en el terreno, sino i<strong>de</strong>ntificar y conservar las áreasmás valiosas <strong>de</strong>l Gran Chaco Americano que concentran los mayoresnúmeros <strong>de</strong> especies y que cumplen funciones ecológicas notables.Por eso, ahora los recursos están más orientados a i<strong>de</strong>ntificar las áreasmás valiosas -que habría que proteger- <strong>de</strong> pastizales, bosques, costas y88La naturaleza <strong>de</strong> la patriaValor y cuidado <strong>de</strong> la biodiversidad argentinaMIRADAS DE LA ARGENTINA
Capítulo 6. Las especies “ban<strong>de</strong>ra” <strong>de</strong> los ambientes.selvas que a seguir trabajando (como tanto se hizo en el pasado) confoco en las poblaciones <strong>de</strong> especies amenazadas. El cambio <strong>de</strong> escalafue gradual y, <strong>de</strong> hecho, se sigue trabajando también sobre especies conproblemas, porque los esfuerzos se complementan. Muchos recordaránque -hacia fines <strong>de</strong> los años 70 y principios <strong>de</strong> los 80- la atención estabapuesta, por ejemplo, sobre el venado <strong>de</strong> las pampas, el huemul,el aguará guazú o el macá tobiano. Pero, hacia los 90 la preocupaciónse extendía hacia sus ambientes naturales y a partir <strong>de</strong>l 2000, hacia susecorregiones. Es que ya no hablamos <strong>de</strong> especies amenazadas, sino <strong>de</strong>ecosistemas y ecorregiones amenazadas. Esta visión implicó aunar esfuerzoscon los países que comparten los mismos escenarios naturales.Proyectando a 10, 50 ó 100 años los promedios anuales <strong>de</strong> <strong>de</strong>saparición<strong>de</strong> ecosistemas silvestres evi<strong>de</strong>nciaron que era necesario i<strong>de</strong>ntificarlos lugares más valiosos que habría para proteger y también queinterconectar, evitando que vayan quedando como islas en un mar <strong>de</strong><strong>de</strong>solación. Así, surgió la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> los corredores biológicos, como “elcorredor ver<strong>de</strong>”, que no es otra cosa que una gran franja <strong>de</strong> selva bajouso cuidadoso que conecta las áreas protegidas <strong>de</strong> la selva misionera.Sin embargo, este viraje ambientalista tiene una <strong>de</strong>bilidad: la sensi-Es tan importantecrear reservasnaturales comocorredores biológicosque las comuniquenentre sí. En la fotose ve el paisajesantacruceño<strong>de</strong>l campo LosHuemules, cerca <strong>de</strong>Chaltén.La naturaleza <strong>de</strong> la patriaValor y cuidado <strong>de</strong> la biodiversidad argentinaMIRADAS DE LA ARGENTINA89