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Zevallos Aguilar, Juan Ulises, Indigenismo y nación - Cholonautas

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emergente, necesitaba apropiarse de la agenda de la mayoría indígena para legitimar lasuya. 11 Si bien este hecho es innegable, Rama se equivoca cuando apunta que losintelectuales indigenistas "engrosaban sus reclamaciones propias con lascorrespondientes a una multitud [indígena] que carecía de voz y de capacidad paraexpresar las suyas propias" (Rama 1982: 139). La investigación histórica demuestra queen los años veinte los indígenas eran sujetos de la historia y hacedores de su propiodestino que tenían plena conciencia de los problemas que los afectaban y planteabandesafíos al orden establecido. 12 Las modalidades de acción más frecuentes eran laorganización de rebeliones o las demandas escritas que presentaban al poder judicial o alas instituciones especializadas en asuntos indígenas para hacer cumplir sus derechos deciudadanos peruanos (Kapsoli 1982: 27-28)." 13Por otro lado, el enfoque de este libro hace ver que los grupos indígenasdeterminaron a que se enunciasen diferentes discursos de representación sobre su poderde gestión. Entre esos discursos sobresalen los siguientes. 1) Las narrativas de"satanización" hechas por los gamonales, en las que se hablaba del poder de gestiónviolento del indígena. 2) La representación del poder de gestión pacífico del indígena delGrupo Orkopata que fue hecha para contrarrestar las narrativas de satanización de lasiniciativas indígenas. Claro está que este enfoque no quita mérito ni niega lasinvestigaciones anteriores sobre el indigenismo; se parte de ellas y se las complementapara tener una visión más amplia del fenómeno.En efecto, se reconoce la coherencia de la definición del indigenismo de JoséCarlos Mariátegui (1952: 356) que sirvió como punto de partida de formulacionesposteriores como las "literaturas heterogéneas" de Antonio Cornejo Polar (1982), el"indigenismo clásico" y el "neoindigenismo” de Tomás Escajadillo (1994), y la"transculturación narrativa" de Ángel Rama. En ese sentido se rescata el deslinde quehace Mariátegui entre indianismo e indigenismo y su precisa definición del indigenismo11 “El indio aparecía bajo la forma de una demanda que presentaba un nuevo sector social,procedente de los bajos estratos de la clase media blanca o mestiza. Inútil subrayar que enninguna de esas oportunidades habló el indio, sino que hablaron del indio en su nombre ( ... ) Loque movía principalmente ese discurso eran las propias reivindicaciones de los distintos sectoressociales que lo formulaban, sectores minoritarios dentro de cada sociedad, pero dueños de unaintensa movilidad social y un bien determinado proyecto de progreso social” (Rama 1982: 139).12 Los historiadores peruanos empezaron a elaborar análisis históricos en los que lossubalternos eran vistos como sujetos y no objetos de la historia. En otro contexto asumían el retoque Ranajit Guha planteaba para los historiadores de la India cuando introdujo el tercer volumende Estudios Subalternos: "En realidad nos oponemos a mucha de práctica historiográficaprevaleciente en la academia... su falla de reconocer al subalterno como hacedor de su propiodestino" [traducción mía] (p. vii).13 Wilfredo Kapsoli (1982) afirma que existen en los archivos departamentales una enormecantidad de documentos escritos por indígenas donde estos presentan directamente sus reclamosy denuncian los abusos cometidos por el gamonalismo.12

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