Cien peliculas que me abrieron la cabeza - Nicolas AmelioOrtiz
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La parte del león
1978. Dirigida por Adolfo Aristarain
Cada vez que hablo sobre películas con algún compatriota, eventualmente
recalamos en el cine argentino. Y muchas veces —salvo que la persona
conozca bien nuestro cine— me terminan diciendo que no les gustan las
películas argentinas. Que sólo les dan crédito a El secreto de sus ojos (Juan
José Campanella, 2009) y Relatos salvajes (Damián Szifron, 2014). Dos
películas excelentes, no hace falta ni decirlo. Pero hay otra película argentina
increíble que no todo el mundo conoce y que está entre mis favoritas
absolutas. Protagonizada por Julio De Grazia, acompañado por Ulises
Dumont y un Julio Chávez tan joven que casi es irreconocible para la gente de
mi generación, La parte del león es la primera película de Adolfo Aristarain.
Este film nos cuenta cómo el mediocre Bruno (De Grazia), un hombre
quebrado y recientemente separado de su mujer (Fernanda Mistral), se
encuentra en la terraza de su departamento con una bolsa repleta de dinero.
Lo que Bruno no sabe es que ese botín fue escondido ahí por dos de los
ladrones más peligrosos del país, que harán todo lo posible para recuperarlo.
Especie de No Country for Old Men (Ethan y Joel Coen, 2007), pero hecha en
Argentina treinta años antes, La parte del león nos muestra cómo Bruno se
corrompe poco a poco buscando escaparse de los ladrones. Julio Chavez
compone un villano extraordinario, en uno de sus primeros roles principales,
y Ulises Dumont está excelente, como siempre lo estuvo.
La parte del león nos muestra una Buenos Aires muy turbia: calles grises,
bares de mala muerte, hipódromos desiertos, cocheras en subsuelos,
persecuciones en plena oscuridad y aguantaderos roñosos. La oscura manera
con que Aristarain nos muestra los exteriores —e interiores— de la Capital
convierte a esta película en el film noir más autóctono que jamás se haya
filmado en nuestro país. La música de Jorge Navarro y Anibal Guart es
también un agregado excelente, que por desgracia —como ocurre con muchas
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