Cien peliculas que me abrieron la cabeza - Nicolas AmelioOrtiz
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Kôkaku Kidôtai
Ghost in the Shell
1995. Dirigida por Mamoru Oshii
La acción de Ghost in the Shell se sitúa en una ciudad del futuro, cuando la
tecnología logró ya —por lo menos, eso es lo que se cree— separar alma y
cuerpo. Así, sin perder su identidad, mucha gente puede colocarse prótesis
cibernéticas, o incluso cambiar de cuerpo. Pero la práctica traerá sus
problemas. Y también sus preguntas: el ¿quién soy? jamás dejará de perturbar
al hombre.
Motoko es una cibermujer creada por el gobierno. Su cuerpo es
completamente cibernético, pero su cerebro es un cerebro de verdad,
biológico. Con todas sus capacidades físicas aumentadas, Motoko es el arma
perfecta para combatir el crimen, pero vive con la duda de si realmente es una
mujer. Y más aún, si es un ser humano.
Obviamente, Ghost in the Shell trabaja mucho con el problema de la
identidad. Si bien la protagonista es un personaje femenino —lo que llevó a
muchos «críticos» norteamericanos a reducir el tema del film a la identidad de
género—, la crisis de identidad está cubierta en todos sus aspectos. La
película pone en entredicho todo aquello que nos convierte en humanos y que
nuestra sociedad da por hecho: los recuerdos, las emociones, los afectos.
Hay dos escenas que plantean de forma bien directa ese problema: en la
primera, a un hombre solitario le generan recuerdos falsos, durante un
interrogatorio, y lo llevan a creer que tiene una familia que lo ama. La
segunda escena es quizás la más recordada del film, cuando Motoko se hunde
en el fondo del mar porque es el único lugar donde puede sentir algo parecido
al miedo. «Cuando vuelvo a la superficie, siento que soy otra», nos ha dicho
antes. Estos interrogantes y dudas se van haciendo cada vez más presentes en
Página 166