Cien peliculas que me abrieron la cabeza - Nicolas AmelioOrtiz
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El día de la bestia
1995. Dirigida por Alex de la Iglesia
Puede gustarte más cualquier otra película de este director. Pero, sin lugar a
dudas, El día de la bestia es la que mejor resume toda la filmografía de Alex
de la Iglesia. Después de la particular ópera prima Acción mutante, De la
Iglesia ya contaba con el tan deseado apoyo de las productoras, pero aun así
estaba seguro de poder realizar en forma totalmente independiente esta nueva
película. Se equivocó: de inversor en inversor, pudo juntar sólo un cuarto del
presupuesto, hasta que finalmente se aburrió y fue por un modelo de
producción más tradicional —léase: aceptó el cobijo de las grandes
productoras, y lo bien que hizo—. El día de la bestia narra el viaje de un
santo sacerdote por Madrid —una Madrid satanizada por la puesta en escena
—, con la misión autoimpuesta de destruir al anticristo, que, según sus
apocalípticas teorías, en pocos días más habrá de resurgir en el corazón de la
ciudad.
Esta película tiene algunas características muy marcadas que, como sugerí
más arriba, se cristalizarían en el futuro estilo del director: un trabajo
intensivo con los actores y los diálogos, una atención al montaje de cada
plano y una historia que cada vez se sale más y más de control hasta llegar al
límite del absurdo. Estos elementos también los podemos ver en sus últimos
trabajos, como Las brujas de Zugarramurdi (2013) y El bar (2017). Pero El
día de la bestia también tiene un espíritu revulsivo y transgresor, que con el
tiempo se fue diluyendo bastante en la obra de De la Iglesia. La parodia a
todos los grupos satánicos esperablemente sacó de sus casillas a muchas
sectas: se dice que, durante el rodaje, de la Iglesia recibió varias amenazas de
muerte, cortesía de satanistas y ocultistas en general. Y también la película
apunta sus dardos contra la paranoia que los fanáticos religiosos tenían sobre
el rock a principios de los noventa.
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