Cien peliculas que me abrieron la cabeza - Nicolas AmelioOrtiz
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a lo que después se conocería como «redes sociales» y YouTube significaba
sólo una página para ver tanto gatitos como actrices porno haciendo distintas
gracias en cámara —faltaban dos o tres años para que apareciera Marito
Baracus—, quedé tan obsesionado con la saga de Metal Gear que me metí de
lleno en los foros de sus fans. En uno de esos foros se discutían los orígenes
de Snake y las inspiraciones del personaje. A mí siempre me encantó el
universo del detrás de, el backstage de los videojuegos, las películas o lo que
fuese.
Leí entonces que Snake estaba fuertemente «inspirado» en un personaje
de la película Escape from New York, dirigida por un tal John Carpenter.
¿Quién es John Carpenter? ¿Qué es un director? Por lo poco que se podía ver
en las fotos —máximo 320 píxeles de altura y ancho— que publicaba el OP
del foro, el Snake del videojuego se parecía mucho al Snake de la misteriosa
película: parche en el ojo, pelo largo y ropa militar. La curiosidad me hizo
buscar en internet alguna versión pirata de la película. Un tipo que ya era
conocido en la scene de las películas pirata —se lo conocía con el alias de
aXXo—, justo tenía una versión en gloriosos 360p de Escape from New York.
Y ahí, con mis catorce o quince años, mientras mi viejo dormía y mi hermana
preparaba sus cosas para salir a navegar al día siguiente, estaba presenciando
una de las mejores películas. En aquel momento no entendía por qué me gustó
tanto una película tan «vieja», pero hoy le diría al Nico del pasado que fue por
las razones que apuntaré en los siguientes párrafos.
La película arranca con un diálogo magistral entre Snake (Kurt Russel) y
Hauk (Lee Van Cleef) que nos presenta a los dos personajes, el conflicto
personal entre cada uno y la aventura desproporcionada que se nos viene
encima: en un futuro distópico donde la isla de Manhattan fue convertida en
una prisión gigante, un grupo de terroristas secuestró al Presidente de Estados
Unidos, y es trabajo de Snake rescatarlo en menos de veinticuatro horas.
Apenas llega a Manhattan, Snake es seguido por la cámara en un plano largo
que nos muestra una ciudad desquiciada y en ruinas, y termina en un
destruido avión en llamas, en medio de la calle. Hasta el día de hoy no tengo
idea cómo se lograron estas escenas en exteriores, que tranquilamente y sin
ningún efecto de CGI pueden competir con cualquier blockbuster
postapocalíptico que se estrene en estos años.
Es innegable que Carpenter tiene un impresionante manejo de la luz y del
color en toda su filmografía, pero en Escape from New York se luce con una
paleta de colores naranjas para el fuego, y azules para la oscuridad más fría.
El film recorre las calles en travelings largos, y no tiene ningún pudor en
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