15.06.2023 Views

Cien peliculas que me abrieron la cabeza - Nicolas AmelioOrtiz

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

hipnotiza junto con la explosión de contrastes y colores primarios. Todo en

esta secuencia inicial es perfecto, y concluye con un fuera de foco a varias

luces de distintos colores partidos por un rayo, efecto que nos prepara para la

horrenda tormenta que se nos viene.

Sei donne per l’assassino es la película que mejor resume el estilo de

Mario Bava. El tratamiento del color a través de la puesta en escena barroca,

los vestuarios y la iluminación configuran el shock visual más impactante que

pueda verse en toda la historia del cine. Y no exagero. Ni siquiera El mago de

Oz (Victor Fleming, 1939) tiene una paleta de colores tan rica y seductora.

Cada estilizado asesinato de este film es un claro homenaje al maestro Hitch.

Y sobre todo al Hitchcock de la obra maestra Psicosis (1960), en la que, por

primera vez en la historia del cine se nos presenta un cadáver con tan

cuidadosa estética y primor —estoy por escribir «primor necrofílico», pero

me contengo—; y encima no se trata de cualquier cadáver, sino del de Janet

Leigh, una de las mayores divas hollywoodenses de siempre. Bava comete la

misma angelical profanación en todas las muertes de la película, y lleva el

gore —gore: sangre violentamente derramada, en inglés— a su nivel

máximo. Es inolvidable la extrema violencia de la muerte en la estufa —con

una de esas desfiguraciones tan apetecidas por el giallo—. Pero mi asesinato

favorito ocurre llegando al final: una de las chicas —chicas siempre sensuales

y siempre glamorosas— es ahogada en una bañadera. Cuando creemos que

todo ha terminado, la sangre empieza lentamente a teñir de rojo toda el agua.

Y todo el ánimo del espectador, desde luego.

Y a pesar de que el misterio y la resolución del film no sean tan

inesperados ni memorables como en otros policiales —ni siquiera podría

confirmarles si ese whodunit (el quién-es-el-asesino, tipo Agatha Christie)

tiene alguna importancia en este film—, el asesino que creó Mario Bava sentó

las bases para todos los asesinos de futuras películas de giallo. Los guantes de

cuero negros, el tapado oscuro, la navaja de afeitar y la erotización de cada

muerte componen el arquetipo del asesino en este subgénero. Estilo de villano

horrendamente sensual, que será copiado y homenajeado incluso fuera de

Italia. Piensen, por poner un ejemplo paradigmático, en Vestida para matar

(Brian De Palma, 1980).

Sei donne per l’assassino fue un fracaso comercial en Italia, y tuvo

problemas de distribución en Estados Unidos, debido a la violencia de sus

imágenes. Recién en 1999, cuando salió en el mercado del VHS, la película

pudo ser padecida por nuevos públicos que supieron valorarla y reconocerla.

En 2015 salió una versión en Blu-Ray de esta perturbadora maravilla, muy

Página 37

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!