[ 1 ]
TD4LS
TD4LS
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Héctor Carrasquero<br />
[ 100 ]<br />
nos ata / a un ritmo diverso”. Queda claro que si es algo “asible”,<br />
atrapable, retenible, no es precisamente lo cíclico cotidiano, lo que<br />
se hace informe y se desdibuja en la repetición, lo aplanado en la<br />
costumbre, lo que se uniforma en la periodicidad. Es, en todo caso,<br />
algo significativo, que tiene un peso particular.<br />
Acá se nos dice que eso es “de mucho vértigo”. Al pensar en<br />
vértigo, nos remitimos tal vez a velocidad, a fugacidad, pero sin<br />
duda también a la sensación profunda que producen la excesiva<br />
altura o profundidad, la cercanía a lo abismal, a la caída; el vértigo<br />
se asemeja a un mareo, y para nadie que lo sufra pasa inadvertido<br />
(recordemos a Hitchcock).<br />
Eso vertiginoso invoca: “llama hala charla”; pero inmediatamente<br />
se dice que “nos ignora”. ¿Por qué esta contradicción? Continuemos.<br />
En un verso separado se nos dice: “lleva un talismán en la<br />
frente”. El diccionario nos recuerda que un talismán es cualquier<br />
objeto al que se le atribuye un poder sobrenatural o extraordinario.<br />
Pero este talismán es llevado en la frente, no está oculto<br />
en algún bolsillo de quien lo lleva, —recordemos que es “eso asible<br />
cotidiano de mucho vértigo”—. Así, tenemos una señal, una<br />
marca de algo sagrado, de algo que remite a un más allá de lo normal,<br />
precisamente de lo cotidiano. Es decir, más allá de lo que no<br />
solo está a nuestro alcance habitualmente, sino que además nos<br />
llama. En eso vemos una marca en la frente, un signo, una señal,<br />
un llamado de atención que nos indica que su naturaleza es particular,<br />
es de alguna manera, mágico.<br />
“No es una flor y sangra el aire”. ¿Qué es “sangrar el aire”? Viene<br />
a mi mente una imagen cuando escucho esta frase; esos momentos<br />
de silencio en los que más que no haber nada qué decir, es imposible<br />
decir nada (excluyamos aquellos silencios felices en que no hace<br />
falta decir nada); no solo los silencios incómodos frecuentes en<br />
cualquier charla, sino los silencios más íntimos, que suelen ocurrir<br />
en momentos dolorosos, desgarrados, o cuando menos, no felices.<br />
Para decirlo mejor, cuando el silencio duele, comúnmente es por-