Volumen 2. Política y Revolución II, 1892-1893
Volumen 2. Política y Revolución II, 1892-1893
Volumen 2. Política y Revolución II, 1892-1893
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
242 MARTf / CUBA<br />
veces; y abrogándose nuevo trabajo, trabajo acaso irrealizable por su<br />
complicaciones, ideó levantar un empréstito por csa sama, con interés<br />
suficiente, bajo la garantia primera de la emigración organizada, y la<br />
fundamental y subsidiaria de los contribuyentes, por notas aisladas y<br />
personales, a pagar sólo en el caso de que las emigraciones no satisficiesen<br />
la deuda. Pero el patriotismo superior ha salido al paso de este pensa-<br />
miento, para CUYOS detalles múltiples no hay tiempo en verdad, y se ha<br />
propuesto a la Delegación, con sacrificio de verdadera hermosura, el<br />
contribuir directamente y sin ambages con la cantidad que a cada cual<br />
sea dable. No apunta, pues, idea ni forma alguna el Delegado; ni sabe<br />
a qu& personas dirigirse; ni dará paso en esto sin el consejo de Vds. y<br />
para favorecer y fortalecer, si posible fuera, sus demandas. Deja total-<br />
mente en manos de Vds. el concierto y manera de la contribución; y sólo<br />
añade la conveniencia de fomentar en la primera ocasión el día de la<br />
patria, con una ayuda publica ostentosa que hará a la larga menor, como<br />
es justo que sea, el sacrificio personal. Con preparación previa y opor-<br />
tuna por parte de la Delegación, los manufactureros y personas de viso,<br />
solicitados por el Delegado, encabezarían con fmpetu unánime y superior<br />
al de las veces anteriores el día de la patria, y éste, con ese empuje,<br />
adquiriría naturalmente más crédito, quedaría definitivamente establecido,<br />
y haría mucho menor la contribución personal. Debe además la Dele-<br />
gación decir que en su pensamiento es justo que, hasta el día en que<br />
Ia guerra estalle, se dediquen a aminorar la contribución privada del<br />
Cayo, considerada como anticipo de la contribución total, los productos<br />
de todos los dias de trabajo que siguiesen al de la colecta de la contri-<br />
bución, y de los fondos de guerra que desde esta fecha se recaudasen<br />
por los Clubs. Y esta suma, con el entusiasmo bien movido por el<br />
ejemplo, no puede ser insignificante, puesto que, sin más que meros<br />
preparativos y con las dificultades del día de la patria en los dos últimos<br />
meses, lo recaudado para fondos de guerra por el Cayo llega a más de<br />
siete mil pesos.<br />
Expuestas las ideas generales, - Gdame sólo echarme en brazos de<br />
la nobleza y abnegación de mis distinguidos compatriotas. Ellos adoran<br />
a su pueblo. Ellos se le han sacrificado muchas veces. Ellos ven hoy la<br />
conveniencia y la oportunidad de un esfuerzo nuevo, que podrá ser<br />
vencido en la mar o en la tierra por el enemigo, pero que no podrá<br />
ser burlado o mal empleado. Ellos sienten el sublime deber que la for-<br />
fOLíTICA Y REVOLUCI6N 243<br />
tuna pone hoy en su mano. iLa patria nos dé a todos valor para hacer<br />
los esfuerzos extraordinarios que requiere hoy de sus hijos!<br />
Saluda a Vds. con la alta estimación debida a sus largos e infatigables<br />
servicios patrióticos.<br />
El Delegado,<br />
Excelente Ibern :<br />
A FRANCISCO IBERN<br />
4<br />
JOSÉ MAltl’í<br />
Central ValIey, 9 de marzo de <strong>1893</strong><br />
Le escribo cerca de su hijo, que tiene contento a Estrada, y brilla<br />
con su cara fina en su banco de estudiante aprovechado. Lo veo de la<br />
ventana, jugando con la nieve. Le hablé de usted mucho, y de su madre.<br />
Muy curiosas son y útiles, las noticias que en su carta me da, y<br />
robustecen, porque a todo hay que estar con enemigo tan astuto como<br />
tl español, mi decisión de devolver, puesto que en realidad no los nece-<br />
sito, los fondos a ese caro club “Cayo Hueso”. Cuidad con que nadie<br />
se me dé por ofendido. Jamás olvidaré aquel entusiasmo, aquella prueba<br />
de confianza. Jamás el cumplimiento nuevo de girar a pesar de mi reso-<br />
lución. Pero aprovecho la oportunidad, que me parece buena, para<br />
hacer algo de bulto, que cae bien en la masa donde culebrtn la picardía<br />
española. Ese es mi objeto, y se ha de entender así, y usted me lo ha<br />
de hacer entender. Cariño es mi palabra para el Club, palabra que yo<br />
no uso nunca en vano. Estamos en lo grande: en nada nos mostramos<br />
pequeños. Que nadie me mortifique a nadie. Resuelvo así porque lo<br />
creo de bien público.<br />
Por lo que me dice de usted, un abrazo. Ya habrá puestos para<br />
todos. Acaso hoy reciba una nota que ha de ir a su hermano para que<br />
alli la mande recoger Manuel Barranco. Él le preguntará antes, si está<br />
ahí, o usted le mandará la letra. Dígame cuanto observe. Sólo las elec-<br />
ciones pr&vimas tienen puesto un sello a mis labios. Por ellas, por no<br />
parecer candidato, no vacié allf otra ves entre los humildes todo mi<br />
corazón.<br />
su<br />
JOSÉ MARTi